Investigado por una serie de estafas a clientes, el abogado de famosos y deportistas Nicolás Payarola Hernayes, quien entre otras personalidades representó a la mediática conductora Wanda Nara y al campeón del mundo Gonzalo Montiel, fue detenido hoy en su casa del barrio Golf del complejo urbanístico Nordelta, en el partido de Tigre.
Así lo informaron calificadas fuentes policiales y judiciales. La orden de detención fue firmada por la jueza de Garantías de San Isidro Andrea Rodríguez Mentasty después de revocar la eximición de prisión de la que gozaba Payarola Hernayes.
El letrado está imputado de los delitos de estafa en concurso ideal con defraudación por retención indebida, defraudación por abuso de firma en blanco y defraudación por administración fraudulenta reiterada. La investigación está a cargo de Cosme Iribarren, uno de los fiscales generales adjuntos de San Isidro.
“Le imputan 11 hechos de estafas”, dijo una fuente que participó del operativo donde se detuvo al abogado. Uno de los damnificados, según el expediente judicial, es Juan Montiel, padre del lateral de River Plate y el seleccionado nacional de fútbol.
La detención se concretó a primera hora de este jueves por personal de la Estación de Policía Departamental de Tigre, dependiente de la Superintendencia de Seguridad AMBA Norte I de la Policía de la provincia de Buenos Aires, conducida por el comisario general Lucas Borge.
“Estábamos esperando esta detención. Payarola Hernayes nunca había aportado las claves de los dispositivos electrónicos y celulares que le habían sido secuestrados en el allanamiento [de junio pasado] y se comprobó que accedía de manera remota. Estamos ante una cuantiosa cifra millonaria en dólares de desfalco. Considero que la investigación debe ampliarse a los restantes integrantes de la banda”, sostuvo el abogado José María Vera, representante legal de Alejandro O., uno de los damnificados.
El sospechoso fue trasladado a la comisaría 4a. de Tigre, situada en Benavídez.
La magistrada también ordenó el secuestro de teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos.
“Para el supuesto caso de que se proceda al secuestro de teléfonos celulares y/o dispositivos conconexión a Internet que requieran para su apertura la apoyadura de la huella dactilar o en su defecto la exhibición del rostro frente al mismo por parte de su propietario/a, para lograr el ingreso al contenido de los mismos, se autorice al personal judicial allí presente juntamente con las fuerzas policiales, a la apertura compulsiva de estos en el caso de que su titular se negara a colocar su dedo o rostro, según el caso concreto-, ya sea para llevar a cabo su análisis en el lugar del secuestro o para quitar las medidas de seguridad propias del móvil y de dicha manera proceder a su posterior examen”, se explicó en la orden de allanamiento.