El Banco Central aseguró que la demanda de dólares de las personas, que alcanzó niveles sin precedentes antes de las elecciones, se desplomó tras la victoria del oficialismo: fue de US$ 1.100 millones en noviembre.
Así lo informó el vicepresidente de la autoridad monetaria Vladimir Werning en una presentación ante inversores. El funcionario mostró en un gráfico que el primer mes tras el turno electoral la presión compradora de divisas por parte de las personas, que desde abril no tienen cepo, fue mucho menor a octubre.
En total, noviembre registró al más de US$ 1.100 millones, de los cuales, con números redondos, US$ 600 millones estuvo explicado en gastos de turismo en el exterior, US$ 400 millones en compras y US$ 200 millones para atesoramiento. La comparación con el mes anterior es notoria: en octubre los ahorristas fueron a buscar al mercado US$ 5.300 millones.
De esta manera, desde la salida del cepo a mediados de abril las personas se hicieron de US$ 30.400 millones. De ese total, US$ 7.200 millones fueron atesoramiento en depósitos locales; US$ 5.900 millones para pagar gastos turísticos en el exterior; US$ 6.500 millones para importaciones y otros gastos (incluiría tarjetas de crédito).
Hay un último ítem que el BCRA identifica como Gastos en activos externos, que suman US$ 10.100 millones. Si bien no lo especifica, puede tratarse de compras de dólares que luego se destinaron para la compraventa de bonos, una operación repetida que permitía a las personas hacerse de una ganancia a pesar de la reducida brecha cambiaria.
Se trata de un mecanismo que el Banco Central salió a cortar a fines de septiembre. Mientras el tipo de cambio se movió en el centro de la banda de flotación, el "rulo" financiero se realizó con dótor privado, pero cuando tocó el techo, empezó a insumir reservas. Sirvió como un recurso para las empresas -que todavía tienen cepo- para dolarizarse.
El 2025 terminará como un año de demanda récord de divisas por parte de las personas. Las estimaciones del BCRA muestran que en el momento de mayor tensión pre electoral, entre la cobertura cambiaria en el mercado (dólar futuro, bonos atados al tipo de cambio) o la compra de billetes, el 55% de los pesos en circulación fueron a buscar divisas. Esa cifra cayó en noviembre por debajo del 40%.
El ritmo de demanda de divisas es un dato muy relevante para el mercado, ya que marca cuál es la presión que experimentan de manera mensual las reservas entre la demanda por importaciones, el ahorro de las personas y los pagos de tarjeta o turismo.
Si esta cuenta se hace menos pesada, hay más dólares disponibles para otros destinos como el pago de la deuda.
Un reporte reciente de Macroview, la consultora de Carlos Melconian, había calculado que la compra de divisas por parte de ahorristas debería reducirse a la mitad desde los US$ 30 mil millones estimado para todo 2025, hasta un rango de entre US$ 15 y 17 mil millones.