El municipio de Itatí trasladó a 80 puesteros que durante casi 20 años coparon los alrededores de la plaza central Fray Luis de Bolaños, frente a la Basílica. En las últimas semanas dejaron el lugar los carros gastronómicos y este jueves se concretó la salida de los últimos feriantes. Según trascendió, hubo resistencia de algunas personas pero fuentes oficiales señalaron a El Litoral que fue de “forma pacífica”.
Reubicación de puesteros
La reubicación de los vendedores se concretó en dos nuevos espacios, un predio en la terminal y otro en el club Stella Maris, donde los puesteros podrán continuar con sus actividades comerciales. Los comerciantes se quedarán en estos sectores hasta que se construya un nuevo centro comercial para los puesteros, según informaron a este medio.
Fuentes oficiales confirmaron a El Litoral que “son 80 puesteros vendedores de diferentes rubros, que prácticamente hace 20 años estaban ocupando el espacio público de la plaza central”.
La intervención se realizó de manera pacífica y consensuada, según destacaron desde el Municipio. “Con la decisión política del actual Intendente, dialogando con ellos y de forma pacífica que es lo más importante, aceptaron liberar y salir del lugar”, señalaron.
El intendente Francisco Romero explicó que “durante estas semanas comenzamos a liberar la plaza de los puestos que no cuentan con habilitación. Queremos que todos tengan oportunidades, pero también debemos cuidar y respetar el espacio público que es de toda la comunidad”.
En el mismo sentido, remarcó que “no se le está quitando el trabajo a nadie, simplemente estamos ordenando lo que durante años fue desatendido”.
Según Romero, este operativo constituye “el primer paso para avanzar con las obras de transformación de nuestra plaza central, un lugar histórico y emblemático de Itatí que pronto volverá a brillar como se merece”.
El proyecto de remodelación de la plaza Fray Luis de Bolaños se realizará con el apoyo y financiamiento del Gobierno Provincial, que también colaborará en la construcción de un centro comercial destinado a los vendedores ambulantes reubicados. De este modo, se busca compatibilizar la actividad económica local con la preservación del patrimonio cultural y turístico del municipio.
Resistencia ante el desalojo
No obstante, no todo fue calma durante el proceso. Según trascendió, algunos puesteros se resistieron a dejar sus puestos, lo que generó momentos de tensión y disturbios en el lugar. Pese a ello, el operativo se desarrolló sin incidentes mayores y con la presencia de personal policial.
Los carros de hamburguesas y puestos de comida rápida, uno de los principales atractivos nocturnos frente a la Basílica, ya fueron retirados. En su mayoría, los vendedores aceptaron la relocalización, aunque algunos expresaron su preocupación por la posible pérdida de clientela debido al cambio de ubicación.