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San Luis del Palmar: radiografía de una inundación que lleva más de tres semanas

Desde mediados de octubre, más de 130 sanluiseños permanecen evacuados tras la crecida del Riachuelo y el río Empedrado. La emergencia fue declarada oficialmente y los equipos de asistencia continúan recorriendo las zonas rurales anegadas.

Por El Litoral

Sabado, 08 de noviembre de 2025 a las 13:22
Luis Dalmacio

Por más de tres semanas, San Luis del Palmar vive bajo el agua. Familias enteras permanecen evacuadas desde mediados de octubre, cuando las intensas lluvias provocaron el desborde del arroyo Riachuelo y del río Empedrado. A pesar de que el nivel del agua comenzó a descender, el regreso a los hogares aún no es posible

Actualmente, 137 personas continúan alojadas en dos refugios municipales, la cancha municipal y Estadio Mbaya Soto,  el Salón de Usos Múltiples estuvo entre las opciones pero no llegó a utilizarse. Lo cierto es que, son familias numerosas, algunas con niños pequeños, que llevan ya 23 días fuera de sus casas.

“Hasta el momento tenemos la misma cantidad de evacuados en la cancha municipal y Estadio Municipal Mbaya Soto. No aumentaron la cantidad de evacuados. Mucha gente que estaba en sus hogares sin abandonarlo para que no les roben todo. Como ya bajó un poco el Riachuelo hace que puedan vivir un poco más normalmente”, señaló el periodista Luis Dalmacio, de San Luis del Palmar

Los primeros evacuados

Todo comenzó el viernes 17 de octubre, cuando las intensas precipitaciones registradas durante dos días generaron anegamientos en distintos sectores de San Luis del Palmar. La crecida simultánea del arroyo Riachuelo y del río Empedrado agravó la situación, dejando a seis familias evacuadas en un centro comunitario.

Una semana después, la localidad volvió a sufrir una fuerte tormenta. Según el registro de los Bomberos Voluntarios, cayeron 100 milímetros en pocas horas, mientras el Riachuelo alcanzó los 3,85 metros y seguía creciendo.

 

La crecida avanzó 100 metros hacia el centro de la ciudad, provocando la voladura de techos en al menos tres viviendas. En total, 10 familias ya estaban evacuadas, algunas de ellas cumpliendo una semana fuera de sus hogares.

Para el 28 de octubre, la cifra de evacuados se disparó a 137 personas. Las zonas rurales quedaron aisladas y los barrios ribereños fueron los más afectados. Ante la magnitud del desastre, el municipio decidió habilitar un nuevo refugio en el Estadio Mbaya Soto y la cancha municipal.

Emergencia hídrica 

El 31 del mismo mes, tras semanas de lluvias incesantes y sin mejoras a la vista, el Concejo Deliberante de San Luis del Palmar aprobó por unanimidad la Ordenanza N° 13/25, que declaró la emergencia hídrica en toda la localidad. La medida fue solicitada por el intendente y permitió reforzar la asistencia con recursos provinciales, además de garantizar la entrega de alimentos, medicamentos y agua potable a los evacuados.

8 de noviembre: el agua baja, pero nadie puede volver

Pese que, el nivel del Riachuelo comenzó a descender, las condiciones no son seguras para el retorno. Las viviendas costeras están cubiertas de barro y los caminos rurales intransitables. Las mismas 137 personas siguen evacuadas. 

Mientras tanto, los operativos de asistencia continúan en los parajes más afectados como 4ª Sección Empedrado Limpio y Capi’í Ti, donde equipos municipales, bomberos voluntarios, agentes de salud y veterinarios recorren las zonas entregando alimentos, agua y medicamentos.

Con la mejora parcial de las condiciones, el área de Bromatología y Zoonosis del municipio puso en marcha el plan “Volver a casa”, que consiste en fumigar y acondicionar las viviendas de las familias ribereñas para que, una vez que el terreno lo permita, puedan regresar de manera segura.

Antecedente: junio, la antesala del desastre

Cuatro meses antes, el 21 de junio, San Luis del Palmar ya había sufrido otro episodio crítico. En esa oportunidad, 42 personas quedaron aisladas en el centro comunitario Mbaya Soto y más de 30 vecinos debieron refugiarse en la Escuela N°505, a la que sólo se podía acceder en canobotes. El municipio, con apoyo de la Provincia, envió medicamentos y mercaderías en helicóptero, anticipando la fragilidad de la zona ante nuevas lluvias.

(VT)

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