El resonante triunfo electoral del gobierno por sobre el kirchnerismo, especialmente en la Provincia de Buenos Aires, nos confirma la continuidad en el imaginario social de la brutal dicotomía de la política argentina: peronismo/antiperonismo. No todo fue el amor a la gestión gubernamental, primó el espanto al regreso de una concepción ideológica que gobernó dieciséis de los últimos veintidós años.