Hasta ahora son entre cuatro y siete familias que decidieron reubicarse en terrenos más altos, particularmente en la zona conocida como Puerto Boca.
Según las estimaciones que se hacen en la sede de la Prefectura Goya, en los próximos días el río puede llegar a subir, como máximo, 20 centímetros, con lo cual no se llegaría al estado de evacuación que marca los 5,70 metros.
Otra zona que también entró en el estado de alerta es la ribera de la localidad de Barranqueras, Chaco. En la mañana de ayer el hidrómetro tuvo un registro de 6,03 metros. Por tal motivo, efectivos de Prefectura monitorearon todo el sector costero en el marco de un plan de “alerta”, y aunque todavía no se realizan evacuaciones masivas hay algunos pobladores que optaron por retirarse de sus casas armando precarias viviendas en sitios más altos.
Según señalaron las autoridades prefecturianas, al entrar en la etapa de alerta se arbitran todos los medios para mantener una comunicación fluida con la población ribereña, al tiempo que aseguraron que ya se realizaron los censos de las familias que necesitaran ayuda en caso de que el río siga creciendo.
Por su parte, desde la Administración Provincial del Agua (APA) del Chaco señalaron que por las lluvias en la alta cuenca del Paraná y sus afluentes como el río Iguazú en Misiones el pico de la creciente puede llegar a las costas chaqueñas el 3 de febrero con una altura de 6,15 en Barranqueras.
No obstante, el vocal de APA, Sergio Vich, señaló a la prensa que “estamos hablando de unos pocos centímetros más de lo esperado, pero no causaría sobresaltos” en la zona.