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“Misericordia, amor que cobija”, semblanza de sor Assunta

Por El Litoral

Viernes, 19 de octubre de 2007 a las 21:00
Portada del libro que será lanzado esta tarde en el auditorio de la Costanera capitalina.
“Quiero gastar mis días amando, hasta que me alcance la vida”, dijo la Hermana Sor Assunta Pittaro cuando el 23 de enero de 1945 llegó a Corrientes, para hacerse cargo del Asilo Maternal que en breve y de no revertirse la pobre situación que atravesaba, terminaría cerrando sus puertas.
Una vida de trabajo y sacrificio abnegado la de esta mujer que hoy, a las 19, será recordada en las páginas de un libro “Misericordia, amor que cobija”, editado por amigos y colaboradores. En el Salón Gran Paraná la Costanera capitalina se rrealizará el acto, aunque según informaron, el texto que recopila gran parte de su ministerio, no será comercializado.
En comunicación con El Litoral, la profesora Elena Vilalta, secretaria técnica y directora del área profesional de la Escuela Nuestra Señora de la Misericordia, señaló que “la semblanza de Sor Assunta incluye fotos históricas, además de testimonios de gente que ha convivido con su apostolado. Fue una adelantada, una gran trabajadora y un ejemplo para todos los que a cinco años de su muerte, tratamos de seguir el camino que desde siempre nos señaló”.
La escuela es dirigida en la actualidad por la Hermana Magdalena y a cargo del Jardín de Infantes está la Hermana Margarita. El establecimiento escolar cuenta con 3.500 alumnos que concurren a los dos turnos y tres niveles de enseñanza habilitados. A ello se suma el Hogar Misericordia que alberga a casi 80 mujeres de distintas edades, propiciando su integración a la sociedad mediante labores como corte y confección, bordado y operador informático de oficina.

Desde el amor
Sor Assunta Pittaro nació en Montegliano, Údine, Italia, el 21 de marzo de 1906. Sus padres fallecieron cuando ella era muy pequeña y premonitoriamente la bautizaron Argentina María. Sería esta la Patria que cobijaría sus sueños y su trabajo, hasta el 2 de octubre de 2002, Día de los Ángeles, que falleció en Corrientes.
El 15 de agosto de 1924 vistió por primera vez el hábito de las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia y el 15 de agosto de 1925, tomó el nombre de María Assunta.
En 1945 llegó a Corrientes y desde entonces, a cargo del Asilo Maternal, comenzó la titánica labor que la Santa Madre Josefa Roselló tenía prevista para una de sus hijas.
El pobrísimo asilo se convirtió pronto en un Hogar y luego en un Taller para capacitar a las niñas en él alojadas.
De allí en más, sólo fue cuestión de extender los brazos para dar y recibir. Nacionalizada argentina, obtuvo numerosos premios: Pionera de los Jardines de Infantes, Reconocimiento de los Inmigrantes Italianos, Convivencia, Taragüi de Oro, Rotary Club, Premio Puente General Manuel Belgrano, Ciudadana Ilustre de Corrientes, Divino Maestro, siendo este el máximo galardón del Consejo de Educación Católica.
Este libro es una breve devolución, de sus hijos a la maestra. Maestra de la vida, del ejemplo, de la vocación, del sacrificio y de la total consagración. Argentina María, Sor Assunta o simplemente la Superiora, como la conocieron sus “niños”, como le gustaba llamar a los alumnos que vestidos con blancos guardapolvos, llenaban de luz los patios de la Escuela que tanto amó.

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