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/Ellitoral.com.ar/ Feria Del Libro De La Ciudad

Aldana Tenaglia: “La educación es de alma a alma, contar cuentos cambia vidas”

POR AGUSTIN GOMEZ

agomez@ellitoral.com.ar

De paso por Corrientes, donde brindó un taller para reflexionar acerca del arte de contar historias, una de las atracciones de la primera Feria del Libro, Aldana Tena-glia, comunicadora especializada en Infancia y licenciada en Comunicación Social de la Uni-versidad de Buenos Aires (UBA), destaca la importancia de narrar cuentos a los niños y asegura que con esa actividad "se puede cambiar vidas". Así inicia una enriquecedora charla.

Trabaja para el Ministerio de Educación de la Nación, desde donde aborda distintas cuestiones referidas a la enseñanza infantil, de adolescentes y también en capacitación para do-centes. Además, es periodista del suplemento La Valijita, que publica la revista para niños Billiken y también es narradora de una editorial.

En Corrientes se empeñó en demostrar que los cuentos na-rrados a niños no se olvidan ja-más, pese a que "muchas veces no se toma conciencia de la im-portancia que ello implica".

La licenciada cuenta que se especializó en la narración por su propia experiencia. "Sentir que el momento en que mi familia me contaba cuentos era de mucha intimidad, de mucha comunicación y cercanía, pese a que quizás había un montón de cosas que en la familia eran desastrosas. Pero esos instantes eran muy cálidos muy sentidos", explica.

Califica como arte contar historias y asegura que "al narrar cuentos es cuando mas se puede comunicar con el otro".

Crítica ante la realidad juvenil, teoriza que "la falta de comunicación influye; que un niño crezca sin la presencia de un referente te va cerrando cada vez más y te lleva a tener conductas muy descuidadas con uno mismo".

"La educación es siempre de alma a alma, de ser humano a ser humano. Que haya otro que se brinde, que escuche, que está disponible, me hace sentir  hu-mano, me hace sentir vivo", agrega.

"Si no hay esa experiencia porque los padres están deprimidos, el niño vive todo eso, cre-ce sin ese acompañamiento y después empiezan a reducirse las opciones y llegamos a situaciones muy dolorosas", insiste.

Es ante ese panorama que la comunicadora asegura que el narrar cuentos se presenta co-mo una herramienta para cambiar vidas. "Cuando se narra se deja de lado los problemas de la vida, el infierno cotidiano, re-surge la posibilidad de  disfrutar y de seguir jugando", dice.

"Los niños tienen la posibilidad de una pausa, de ser totalmente distintos, de jugar, de viajar, de reír", detalla.

"Con la narración mantenemos un ritual ancestral: encontrarnos con el otro", afirma.

De su propia experiencia, Te-naglia recuerda que narró cuentos en distintas escuelas de  Bue-nos Aires, donde experimentó que un niño no olvida un relato. "Había vuelto a una escuela al año siguiente y cuando narraba un cuento, de repente, un niño imitó el tono de voz y continuó la historia. Había pasado mu-cho tiempo, pero él recordaba el relato con lujos de detalles, esas experiencias no se olvidan", menciona orgullosa.  

Siempre en el mismo sentido, durante el diálogo se destaca la importancia de contar cuentos desde los primeros meses de gestación de un niño. La narradora explica que "se debe ha-blar, contar y cantar a un niño desde que está en la panza".

"Cuando son muy chicos las historias se perciben a través de la poesía y del canto. Las canciones de cuna son historias, pero cantadas", se explaya.

"La melodía de la voz atrae mucho al niño, es lo primero que percibe además del afecto, de sentir que es un momento de mucho amor, eso ya lo atrapa y después, con el paso de los años, la comprensión de la historia es más intelectual,  la desarrolla a medida que crece", profundiza.

De su paso por Corrientes recuerda que estuvo en Ituzain-gó, en un taller de radio para jóvenes, antes de formar parte de la Feria del Libro que ayer cerró sus puertas hasta el próximo año.

"He encontrado mucha apertura y mucha predisposición tanto en los adultos como en  adolescentes. Hay mucho interés y mucha avidez, ganas de conocer, de compartir material, herramientas, conocimientos", dice al referirse sobre su trabajo en estos terruños.

En la Feria del Libro, la licencia reunió a 12 personas, docentes y público en general. Los in-dujo a una relajación y luego a recordar aquellos lejanos años de infancia en que alguien los entretenía contando cuentos.

Todos rememoraron esa experiencia y hasta hubo quien se emocionó al recordar que ante la ausencia de sus padres, la figura de una docente que cuenta cuentos se mantenía intacta en el tiempo. "Ese es nuestro pre-mio: que nos recuerden", concluye.

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