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Tecno retro: esos sonidos que ya no volverán

(Infobae) El cambio tecnológico no sólo mira hacia el futuro sino que para avanzar es necesario enterrar hábitos y costumbres que tanto han tenido que ver con nuestra vida cotidiana.

En este tiempo histórico que nos toca vivir, cualquier conversación se ve interrumpida por el ringtone de un teléfono celular o por los sonidos de la “caída” de mensajes de texto, mails o el vibrador que algo también anuncia.

Son los sónidos de esta época. Y tal vez estemos en la búsqueda de la justa medida; pasar de los ringtones con música estridente y conocida, a sonidos más minimalistas, pero igualmente todos “dicen”.

Los “boops”, “beeps” y “rings” tecnológicos que ya no volverán...dejan asentados etapas de la evolución tecnológica. Y es que a través de los sonidos se pueden establecer fases de la evolución tecno.

Reservado para eventos o ferias vintage … estos objetos tecnológicos con sus sonidos a cuestas,  seguro pertenecen al cementerio de tu baulera, garage o están a la venta en algún portal de compra y venta de usados, en el rubro colecciones.  Celebremos entonces la "muerte" de algunos sonidos o "gritos" tecnológicos que dieron paso a los soportes e innovaciones que vinieron después -con nuevos sonidos, por supuesto-  más personalizados y sofisticados.

Repasemos el listado de sonidos tecno más célebres y que ya no volveremos a oír  elegidos por los lectores de la revista Wired:

1- El “clack” del corte de teléfono a disco

¿Hay otra manera de expresar más desagrado frente a una conversación telefónica que cortar con todas tus fuerzas el teléfono?. Y que del otro lado se escuche filosamente: ¡“clack”! ¡”rang”! y luego el sonido de ocupado..."tu...tu...tu...”

En la era actual de los botones y el touch el énfasis que tenía el corte telefónico se ha perdido, junto a los aparatos de teléfono tradicionales con disco de números para discar y con campanilla de corte, que es la que genera el sonido.

Con los telefonos digitales y de botonera touch; en todo caso la única opción es presionar con más o menos fuerza el dedo, pero no genera un sonido acorde a tu “bronca”.

La señal de ocupado, el discado de los números que “meten pausa entre uno y otro”, también caen en desuso pero aún la nostalgia no se compara con el “clack” del ¡te corté! .

Los lectores más nostálgicos escribieron en Wired que lo más cercano a cortar el teléfono sería tirar el smartphone contra la pared en señal de desagrado. El costo es muy alto.

2- El “bleep, boop, raaaaaa” del módem de 56K

¿Quién no imitó la onomatopeya del módem de 56K mientras esperaba quedar conectado?
El "raaaaa..." final era la mejor noticia porque significaba que después de tanto esperar, el acceso al mundo world wide web estaba a punto de comenzar.

Ahora, cuidado, porque la onomatopeya revela también los años que se llevan encima. Y si no intentá hacer ese ruido a un joven menor de 20 años, y seguramente pondrá una cara de desconcierto.

Ese sonido a la vez, es el símbolo del nuevo siglo dedicado a la conexión global, donde con sólo tener cerca una compu con conexión (ahora wi-fi) el acceso a la información y al contacto virtual con el mundo es posible.

3- El “hissss” de la cinta del cassette
De vuelta una pregunta para los under 25: ¿cómo creen uds. que se transportaba música en los años ´80 y hasta mediados de los 90? ... a través del uso de un cassette, que uno compraba o grababa prolijamente en casa o en la casa de un amigo/a. La historia indica que el cassette tape ya cumplió 51 años y ya está recibido de objeto vintage a partir de que se impuso el CD como soporte principal para grabar y reproducir música. Luego, a  comienzos del siglo XXI nacía el ipod para almacenar y transportar música y también las tiendas de música digital.

El cassette tape fue y es un formato barato y accesible, con baches de calidad y capacidad de almacenamiento a la hora de la reproducción, que el CD rápidamente subsanó pero no igualó en magia ni accesibilidad.

Los nostálgicos profundos pueden extrañar el hisssss del paso de la cinta que no sólo aparecía con fuerza cuando se accionaba el rewind o fast foward sino que acompañaba también la canción. En cambio, los melómanos exquisitos celebran la llegada de la música en tiempos digitales y sin sonidos colaterales. Cuando el “hissss” se agotaba marcaba que era tiempo de dar vuelta el lado del cassette.

4- El “ruch-ruch” del avance del rollo de la cámara de fotos
Fue un sonido que acompañó a tantas personas alrededor del mundo que cuesta abandonarlo. Será porque las fotos en general tienen que ver con los buenos momentos y los recuerdos. Según los lectores de Wired, hay usuarios que eligieron este sonido como ringtone. Pero, sin duda, es un sonido que dramáticamente no tiene cabida en la era digital.

El sonido del “pasar la foto” contenía una secuencia ritual casi mecánica: con el dedo derecho haciendo girar la perilla de izquierda a derecha, debajo del botón del “click” hasta que haga tope y nos deje en puerta el número de foto siguiente.

El sonido muchas veces era la única señal para saber cuantas fotos nos quedaban, en caso de que no pudiéramos seguirlas a través de la mirilla de números; y el tope indicaba un sonido largo. Había que pasar todo el rollo hasta terminarlo y no correr el riesgo de que se haya velado.

Obviamente tampoco existía el “a ver...” sólo había que esperar al revelado, para sorprenderse.

5- El “tap, tap, tap” del tipeo de la máquina de escribir
El sonido del "tap, tap" del tipeo de la máquina de escribir tenía vida propia. La intensidad, velocidad y ritmo del tipeo denotaban un estado de ánimo. Que de alguna manera es lo único humanizado que conserva el teclado de la computadora.

Además de que muchos escritores de otras generaciones creen fervientemente que con la máquina de escribir se fue también parte de su aura y talento . Y otros más ortodoxos, siguen escribiendo con la máquina de escribir porque sienten otra sensación. Es cierto que los errores en la máquina eran errores, y había que tacharlos con la "X" o empezar con la hoja de nuevo, no había delete que haga el trámite más fácil.

Si a esto le agregamos el “ding” de que se terminó el renglón y que había que mover la manija para pasar al renglón siguiente o el “clunk” de la rotación del cartucho donde apoyaba y rodaba la hoja en caso de tachaduras, o ajustes de subrayado. Es cierto que la precisión y la ceremonia de la puesta en página que exigía la máquina de escribir era muy importante, y nada tiene que ver con la pantalla.

6- El “chiiiirrrrrr” de “saltó el CD”
Toda la capacidad de almacenamiento y la calidad de sonido que demostró la primer generación de CD´s no estuvo acorde a la sensibilidad que demostró el soporte tecnológico.

En la mejor canción y mucho más en su versión portable, el CD “saltaba” y aparecía el sonido “chiiiiiiirrrrrrr” marcando que iba a quedar trabado  o que iba a saltar a otra canción.

Algo parecido a la frustración que provocada el rayón sobre el disco de vinilo, que enseguida demandaba pararse rápido para levantar la púa y que no se siga rayando.

En definitiva el CD tuvo también su propio sonido de “disco rayado”.

7- “Sram”, la caída de la moneda o cospel en el teléfono público
Cada vez más difíciles de encontrar en la calle debido a la masificación de los teléfonos celulares , móviles y prepagos que permiten hacer uso de una llamada cuando uno lo desea; en el caso argentino, durante muchos años años el teléfono público fue la conexión con el mundo fuera de casa, la solución frente a una emergencia y la tranquilidad cuando algunos de los planes del día se hubieran alterado y había que comunicarlo.

El sonido de que el teléfono “tragó” los cospeles o monedas necesarios para funcionar marcaba la clave para saber que la comunicación iba a ser posible.  El arco de sorpresas y posibilidades frente a un teléfono público es amplio: que  el teléfono no devolviera las monedas o cospeles (lo que provocaba una furia irrefrenable) ; que uno corte y el teléfono haya quedado “enganchado” y se pueda seguir usándolo sin pagar; que al cortar se hayan trabado las monedas o cospeles anteriores y entonces caigan varias de repente, provocando alegría a la economía del día.

8- “Fuhhhhh”, el soplido del cartucho de Nintendo
¿Querías jugar con la Nintendo al Metroid o al Donkey Kong pero el sistema Nintendo no arranca, no conecta con el cartucho? La solución casera y para muchos efectiva era soplar el cartucho, como si fuera una quena a lo ancho del mismo, y luego agregar unos soplidos en la parte de atrás de la consola.

Dependiendo de la situación del porqué no arranca la sesión del juego, el soplido varía: sólo en un ángulo del cartucho, a lo ancho del cartucho; o en varios vértices del mismo.

Como por arte de magia, el juego está listo para empezar .

Sepan los románticos de la Nintendo, que las consolas de hoy llenas de lásers ópticos y sistemas digitales para los downloads no quieren tus soplidos, ni siquiera tu boca cerca.

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