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El mayor criminal de la historia argentina comenzaba a ser juzgado 33 años atrás

Por El Litoral

Domingo, 04 de agosto de 2013 a las 01:00
No declaró. A finales de julio de 1980, en los tribunales de la localidad bonaerense de San Isidro, comenzó el juicio por los crímenes que cometió Carlos Eduardo Robledo Puch. Un 4 de agosto fue la primera vez que se presentó para dar explicaciones ante los magistrados por tantas acusaciones, pero decidió no decir nada. Si bien llevaba 8 años preso, en El Litoral se destacaba su juventud al a hora de cometer tantos delitos, ya que era apenas un adolescente cuando comenzó a robar y a matar. A los 20 años fue detenido. Está catalogado como el mayor asesino serial registrado que tiene el país hasta ahora.
“Los voy a matar a todos” Robledo Puch insistió en su inocencia y sus últimas palabras en el proceso judicial fueron dirigidas al tribunal de la Sala Primera de la Cámara de Apelaciones de San Isidro: “Esto fue un circo romano. Algún día voy a salir y los voy a matar a todos”. Hoy el asesino serial está preso en el penal de Sierra Chica, en un penal de homosexuales y se dedica a predicar el evangelismo, religión en la que se convirtió en 1985. Varias veces intentó ser liberado pero siempre se le fue denegado el pedido, la última vez, en 2012, año en el que se cumplió el 40 aniversario de la última vez que estuvo libre.
Cambios en la economía. En agosto de 1980 la economía argentina llevaba un largo tiempo de caída, por lo que el equipo económico de la dictadura se veía forzado a buscar diferentes alternativas para salir del pozo. Martínez de Hoz había preparado un paquete de medidas a las que Jorge Rafael Videla defendió. “Hay que darle tiempo a estas medidas, vamos a mejorar”, aseguró el recientemente fallecido represor. Además aseguró que “no se trataba de un manotazo de ahogado, sino que todo formaba parte de una nueva estrategia económica nacional”. Se habían desregulado varias actividades y reformulado las funciones del Ministerio de Bienestar Social.
Tarjetas de crédito, una novedad. Si bien ya eran algo normal en muchos países del mundo, en 1980 las tarjetas de crédito eran algo muy novedoso en Corrientes. El Litoral publicó a principios de agosto un artículo especial comentando cómo en varios locales de la peatonal Junín de la capital correntina, “eran cada vez más los comercios que se adherían al sistema de la tarjeta de crédito”. El periodista se veía con la obligación de explicar al público de qué se trataban estos dispositivos. “Las tarjetas de crédito hacen las veces de dinero en efectivo”, dice la nota. Además se detallaba en qué bancos se podía conseguir una y se comentaba a qué se podía pagar y que no.
El “Petiso Orejudo”. Otro famoso criminal que tuvo el país fue Cayetano Santos Godino, quien falleció en 1944. No contaba con 10 años cuando comenzó a matar niños o a intentarlo. Se le atribuyen la muerte de cuatro chicos, siete intentos de asesinato y el incendio de siete edificios.
JUSTICIA POR LOS CRIMENES DEL “ANGEL DE LA MUERTE”
El paso de los años lleva al olvido muchas historias que en otras épocas fueron muy comentadas y habladas. A los jóvenes del 2013 el nombre Carlos Eduardo Robledo Puch, muy posiblemente no les suene.
Sin embargo, cualquier persona que haya vivido a comienzos de los '70, su nombre posiblemente le cause un escalofrío. Se trata nada menos del mayor asesino serial registrado que tuvo el país.
Su carrera delictiva fue corta pero intensa. Comenzó en 1971 y terminó al año siguiente. Pero recién un 4 de agosto de 1980 comenzó el juicio por los crímenes que cometió Robledo Puch.
El juicio se desarrolló en la localidad bonaerense de San Isidro, el título de El Litoral fue consecuente a la noticia: “El ángel de la muerte no prestó declaración”, el apodo que le puso la opinión pública y los medios tenía ya mucho peso.
En los días posteriores las publicaciones del diario se enfocaron tanto en seguir el caso como en rememorar los crímenes cometidos por Robledo Puch, que daban para poder analizarse en varias ediciones.
El proceso judicial siguió su curso, los violentos hechos perpetrados por "el ángel de la muerte" y su banda comenzaban a salir a la luz pese a que habían sido cometidos hacía casi 10 años. 
Finalmente fue condenado a cadena perpetua por tiempo indeterminado por nada menos que diez homicidios calificados, un homicidio simple, una tentativa de homicidio, diecisiete robos, una violación, una tentativa de violación, un abuso deshonesto, dos raptos y dos hurtos.
Pasaron más de 40 años, pero nadie ha superado su récord.

PABLO MIGUEL REYES BEYER

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