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El adiós a los cines de la ciudad

Salas del rubro ocuparon un lugar destacado en el quehacer cotidiano de los habitantes de la capital correntina, sobre todo en los fines de semana, cuando no había otra diversión mayor que ir a ver una película. Hoy todas desaparecieron, superadas por el progreso, dando lugar a una nueva etapa tecnológica en la historia cinematográfica.
 

Por El Litoral

Domingo, 04 de febrero de 2018 a las 04:00
Icono. El cine Colón en la década del 50. Fue el último en cerrar.
Protagonismo. La Perla y el Rex fueron también salas de esplendor en determinados momentos.
Ingreso. Un ticket de inicios de los 80 atesorado por coleccionistas.

Por Francisco Villagrán
Especial para El Litoral.

Sin duda que la industria cinematográfica evolucionó a grandes pasos desde la época de la aparición del cine mudo, de la mano del genial Carlitos Chaplin, hasta los últimos avances de la tecnología en la actualidad, con sonido estéreo, envolvente, sensorround, pantallas gigantescas en HD y 3D con una sensación de realidad increíble y colores asombrosos, por lo que parece que uno está metido dentro de la película, que “la está viviendo”. En la ciudad ocurrió eso, el progreso le fue ganando la batalla lentamente a los viejos cines, que fueron desapareciendo uno a uno, hasta que cayó el último bastión, el viejo y noble Cine Colón, por calle 9 de Julio 1184, que resistió hasta el final la desigual batalla contra el progreso.
El Colón dejó de funcionar oficialmente en agosto del 2007, luego de más de 65 años de haber llevado diversión y entretenimiento a miles de correntinos que desfilaron por su platea. Una de las últimas películas que exhibió en su ocaso fue “Rocky 6”, con Silvester Stallone. Otros cines como el Rex (peatonal Junín casi Catamarca), Corrientes (Junín y Córdoba), San Martín (avenida 3 de Abril y Alberdi) que en su etapa final se llamó cine América, el Teatro Vera (también allí se proyectaban películas a veces), el Ideal (por Yrigoyen, frente a la plaza Libertad) fueron cerrando uno a uno ante la mucha competencia y los cambios tecnológicos que hicieron que no fueran rentables las salas de cine.
También existieron, aunque no duraron mucho tiempo, otros cines como el Atlas y el Itatí. Volviendo al cine Colón, este abrió sus puertas al público en los primeros años de la década del 40 regenteado por la familia Liotti, y el jueves 2 de agosto de 2007 la gente de la ciudad amaneció con la ingrata noticia de que había cerrado definitivamente sus puertas. Hubo un gran revuelo en el ambiente cultural, protestas y algunas asociaciones que intentaron salvarlo, pero no hubo caso. El Superior Tribunal de Justicia decidió no seguir extendiendo el conflicto por pago de deudas que tenía la sala. Y así fue que cayó el último cine tradicional que aún quedaba en pie en la ciudad. Desde mayo de 2012 el edificio está en condiciones de ser demolido, autorizado por la Municipalidad de Corrientes y el propietario es la Compañía XUP S.A. que prometió respetar la fachada histórica del frente del ex cine, para construir allí un shopping center. Las tareas de demolición del edificio se iniciaron en 2014 y hasta hoy continúan, ignorándose cuándo se inaugurarán las nuevas instalaciones. Hoy están los cines De la Costa y los del shopping, con su moderna tecnología que pronto harán olvidar a los viejos salones, pero la nostalgia y el recuerdo de antaño vivirán firmes en la memoria de quienes vivieron esa  época, a la mejor manera de la recordada película “Cinema Paradiso”.

Esplendor y final
El socio gerente del Colón, Roberto Giovanetti, al momento de la decisión final, se fue conforme por lo que hizo por el cine y la cultura de la ciudad, ya que en los últimos 25 años, puso todo el esfuerzo que pudo por mantener el último cine tradicional, hasta que finalmente se rindió ante una serie de cosas que jugaron en contra.
El pionero fue el cine La Perla, inaugurado en 1918 y que funcionó durante varias décadas emplazado por Mendoza, en la esquina de 9 de Julio y extendiéndose hacia Junín, hoy funciona allí una famosa confitería, aunque todavía puede verse en el techo del edificio la estructura original de la gran perla de cemento, sostenida con postes del mismo material, que le daba el nombre a la sala. Pero los cines que fueron más grandes, en la década del 40 y 50, fueron el Colón y el Rex, que tenían platea baja, alta y paraíso (o gallinero), cerca de la sala de máquinas de proyección. Hasta que en 1960 se inauguró el Cine Corrientes, en Junín y Córdoba, con modernas butacas pulllman y era el único con refrigeración, una novedad en esos tiempos, además la platea baja estaba construida en declive, para facilitar la visión de la pantalla. Las dos primeras películas que se dieron para la inauguración fueron “El fantasma de la calle Morgue” (terror, con Vincent Price) y “La carga fatal” (de cowboys e indios) para lo cual entregaban al entrar a la sala un anteojo de cartón con un lado rojo y otro verde, para poder apreciar los efectos de 3D. Hoy no existe más y funciona allí un supermercado.

Películas famosas
Las funciones que se presentaban habitualmente en esos cines eran matiné (los domingos a las 13.30), familiar, a las 17; noche, a las 21 y luego trasnoche, los fines de semana, a la una, con películas eróticas. Era normal que entre película y película (daban dos por función) proyectaran los noticiosos Sucesos Argentinos y Movietone, además de algunos avances de películas pronto a estrenarse en esa sala. Era habitual ver en el intervalo la figura del caramelero (hoy también desaparecido) paseándose en la platea, ofreciendo golosinas, siendo los más requeridos los famosos maní con chocolate y turrones. Y si uno llegaba tarde, con la función ya comenzada, estaba el acomodador que lo acompañaba a uno, linterna en mano para alumbrar el camino y luego le entregaba el programa, a cambio de una propina. Tiempos que no volverán…
El cine Colón fue el pionero en cuanto a funciones de trasnoche con películas eróticas o triple X como las llaman hoy, de origen sueco, pero que actualmente serían como de dibujos animados. A veces los otros cines también ofrecían funciones en trasnoche, según la demanda y la calidad de las películas del momento. Entre ellas estaban los filmes de Isabel Sarli y Libertad Leblanc, que dieron mucho que hablar en su momento. Las que hicieron furor en la década del 70 fueron “Emmanuelle”, con Sylvia Kristel, y “Garganta Profunda”, con Linda Lovelace.
También el Colón traía las grandes producciones de Hollywood como lo fueron “Los Diez Mandamientos”, “Ben Hur”, “El Manto Sagrado”, “El cáliz de Plata”, “Los Vikingos”, “Demetrio, el gladiador” (con Víctor Mature), “Espartaco”, “El espectáculo más grande del Mundo”, “Trapecio” (con Gina Lollobrígida, Burt Lancaster y Tony Curtis), “Drácula”, “El Exorcista”, “Y el mar los devoró” (versión antigua de Titanic), “Infierno en la torre”. Películas clásicas como “El Zorro”, “Tarzán”, “El Llanero Solitario”, “Superman”, “Roy Rogers”, “Cisco Kid”, películas de aventuras, de cowboys, de guerra y dibujos animados varios como “El Pájaro Loco”, “Bugs Bunny”, “Porky y sus amigos”, “El Pato Donald”, “Mickey”, que habitualmente exhibían en los matiné para los chicos
La gente hacía a veces cuadras de cola para entrar, por calle 9 de Julio, doblaba en Mendoza y se extendía hasta Junín. Y otro tanto para sacar las entradas, por 9 de Julio hasta San Juan.
En fin, sin duda, eran otros tiempos y otras generaciones que vivieron los momentos más lindos de su niñez y adolescencia, y que pudieron aprovechar las obras cumbres del séptimo arte. Hoy los viejos cines, ya desaparecidos, son un lindo y nostálgico recuerdo…

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