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¿Cómo hacer que los niños coman de todo?

El rechazo a la comida puede aparecer cuando se comienza con la alimentación complementaria o alrededor del año y medio. Por eso, una nutricionista recomienda qué hacer para superar esta situación. 

Que los chicos coman de todo no es tarea sencilla. A veces no les gustan algunos colores; otras, ciertos olores. También puede pasar que les cause impresión aprender de dónde salen los cortes de carne. O quizás te hayan tocado hijos que comen poquito y dejan buena parte del plato intacto. Para los papás, todo esto es motivo de desesperación. ¿Qué podemos hacer para revertir esta situación?

La nutricionista Victoria Aspiazu (MN: 1.856) explicó que al rechazo a las cosas nuevas, incluidos los alimentos, se lo llama neofobia. “Suele suceder apenas empieza la alimentación complementaria o cuando ya tienen alrededor de un año y medio, es decir, cuando ya estamos acostumbrados a que coman variado”, señaló la especialista. 

Una guía

De aquí que la profesional enumeró cinco consejos para ayudar a los papás a superar estos dilemas alimenticios:

1. Confiar en los chicos: todos tenemos un centro de saciedad en el cerebro, que nos quita las ganas de comer cuando estamos llenos; por eso es importante creerles cuando nos dicen que no quieren más. Los adultos solemos no escucharlo e ingerimos mayores cantidades de alimentos, mientras que los chicos comerán cuando tengan hambre, es decir que no es necesario que terminen el plato.

2. Ofrecerles una variedad de opciones: en este punto la nutricionista se refiere a evitar alimentarlos con las mismas cosas todos los días. Usar toda la gama de frutas, verduras, lácteos y carnes ayudará a que los chicos no se aburran y dejen de comer alimentos. Otra opción es variar su forma de preparación.

3. No usar la comida para premiar ni castigar: aquí se aconseja evitar emplear los alimentos como moneda de cambio. Necesitamos comer para vivir, por lo que deberíamos encontrar otras cosas para felicitarlos o retarlos (como los cuentos, las figuritas o los dibujos).

4. Dar el ejemplo: este es un punto clave. Es necesario que los chicos vean que los papás cumplen con lo que se les pide. Consideremos que ellos son parte de la mesa familiar desde el año de vida y allí adquirirán costumbres. Por lo tanto, si los adultos no consumen verduras, ¿cómo lograrán que los chicos lo hagan?

5. Hacerlos partícipes de la cocina: cuando son muy pequeños, podemos sentarlos en una sillita y dejarlos que nos vean cocinar. También es aconsejable darles los alimentos para que los miren, los toquen y se manchen con los taninos. Cuando sean más grandes y puedan manipular utensilios, podemos darles algunas tareas para que sean parte de la elaboración de las comidas.

Aspiazu agregó que la alimentación debe ser un momento consciente, donde los papás estén presentes, los miren comer, vean qué ingieren sus hijos y cómo mastican. “Tengamos en cuenta que el rechazo de ciertos alimentos está relacionado a una forma de mostrar el carácter, de tomar una posición. Por eso lo más importante es no asustarse”, concluyó.

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