Martes 23de Abril de 2024CORRIENTES24°Pronóstico Extendido

Dolar Compra:$852,0

Dolar Venta:$892,0

Martes 23de Abril de 2024CORRIENTES24°Pronóstico Extendido

Dolar Compra:$852,0

Dolar Venta:$892,0

/Ellitoral.com.ar/ Opinión

¿Una alternativa para superar la grieta?

Sólo un peronismo respetuoso de la Constitución, tiene lugar hoy. Este concepto separa al peronismo que encarna Schiaretti del kirchnerismo. La grieta, esa forma de exclusión del otro, fue creada por el kirchnerismo pero el Gobierno nacional, o algunos de sus orientadores, la han aceptado como dogma al cual se aferran.

Por Alvaro Abós

Escritor y periodista. Nota 

publicada en el diario Clarín.

La victoria de Juan Schiaretti, reelecto el pasado domingo como gobernador de Córdoba, muestra que la polarización total que pretenden Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri puede ser desafiada por una alternativa superadora, que deje atrás al kirchnerismo corrupto, fanatizado y chavista, con su tendal del 30% de argentinos pobres, pero también a un macrismo que perdió la oportunidad de 2017.

Cuando, tras triunfar en las legislativas de medio término, pudo haber llamado al país a alguna forma de acuerdo que superase la crisis y en cambio eligió cortarse solo y propinarnos un ajuste tan duro que nos ha hundido en la recesión, la inflación, la destrucción de empleo y la pérdida de poder adquisitivo.

¿A dónde irá en octubre el millón de votos que el 12 de mayo reeligieron a Juan Schiaretti? Es cierto que él quiso mantener su triunfo en la dimensión provincial. Los de afuera son de palo, dijo en su contundente discurso de victoria, recalcando que había sido la victoria de él. Es legítimo.

Pero también dijo que Córdoba no es una isla.

No nos creemos dueños de la verdad, dijo Schiaretti. Sólo con diálogo y colaboración plural podremos salir adelante, dijo. No habrá república sin el peronismo, pero no habrá peronismo si no es republicano. Sólo un peronismo respetuoso de la Constitución, tiene lugar hoy. Este concepto separa al peronismo que encarna Schiaretti del kirchnerismo, cuya conductora aún reivindica, cuatro años después, el gesto de no entregar el mando a quien ganó las elecciones de 2015. Sí, reconoció el gobernador de Córdoba, es importante el equilibrio fiscal. Pero sin convertir esa teoría en un sacrificio para los que menos tienen, teoría que, con escasa sensibilidad humana, le ha endilgado al país el actual Gobierno nacional.

La grieta es un estrecho de la muerte y sus dos orillas son territorios tenebrosos.

La grieta, esa forma de exclusión del otro, fue creada por el kirchnerismo pero el Gobierno nacional, o algunos de sus orientadores, la han aceptado como dogma al cual se aferran. Según esta visión Schiaretti y todo el peronismo alternativo no serían otra cosa que meras variantes de un movimiento que ven, en su esencia misma, antidemocrático y protofascista.

La mirada de ese antiperonismo visceral no distingue los errores y horrores del peronismo, que los tuvo y muchos, de una, otra tradición peronista democrática y republicana, la de los Cafiero, los De la Sota y el último Perón.

A quienes sostienen que el país no puede ser tan exitista que le reclame a Macri la solución de los problemas argentinos de larga data tras sólo cuatro años de gobierno, les recuerdo lo que pasó en Inglaterra en julio de 1945. El gran Winston Churchill, primer ministro durante la guerra mundial, el hombre que había salvado a Inglaterra (y al mundo) del nazismo, un héroe nacional, se presentó a las elecciones y las perdió ante Clement, Atlee, un gris político laborista. Es que los ingleses, en el 45, terminada la guerra, ya no necesitaban heroísmo sublimes. Necesitaban comer, vestirse, rehacerse. Podría habérselos dado Churchill. Pero el hombre más apropiado les pareció Atlee. Los pueblos eligen lo que pueden en cada momento de la historia.

Para el cristinismo, Schiaretti y demás dirigentes de la alternativa son “macristas vergonzantes”. Por ello en Córdoba, donde nunca tuvieron grandes valedores, se esfumaron, confundiéndose en la boleta ganadora. Sostienen que el peronismo alternativo debería tirarse a la olla de un puchero que llaman el “frente patriótico nacional” o algo así, manipulación destinada a ser caldo gordo del revanchismo cristinista.

En este momento, Juan Schiaretti, Miguel Pichetto, Roberto Lavagna, Sergio Massa y Juan Urtubey están frente a un gran desafío. Lo comparten otros dirigentes, por ejemplo, Margarita Stolbizer, Miguel Lifschitz, Ricardo Alfonsín, Federico Storani. Unos y otros deberían encontrar una manera de unir sus energías, consensuar alguna arquitectura electoral, sea por consenso sea por internas, que proponga, en octubre, una variable superadora de las experiencias frustrantes de las que el país se duele.

El 12 de mayo, un millón de cordobeses acaban de mostrarnos que hay una esperanza y que su nombre es alternativa.

¿Te gustó la nota?

Ocurrió un error