Sin ripio ni cañerías: malestar de vecinos de Santa Catalina que no pueden edificar sus casas

Tras la manifestación de un grupo de propietarios de terrenos del barrio Santa Catalina en reclamo por la falta de servicios públicos y las condiciones de las tierras, representantes de la comisión vecinal fueron recibidos en Casa de Gobierno por José Raúl Nicolini,  subsecretario de Promoción de Iniciativa Privada. Además quedaron a la espera de una reunión con el gobernador Gustavo Valdés. 

Tras la entrega de parte de los lotes, el grupo de vecinos cotejó la falta de servicios, por lo que el resto se negó a firmar los papeles de adjudicación, hasta que les aseguren la provisión de agua potable, cloacas y ripios. 

Jessica Meza, presidenta de la comisión, junto con otros vecinos perjudicados por el estado de los lotes, explicó a Nicolini la grave situación en la que los propietarios de la pastilla B, ya entregada, no pueden iniciar la edificación de sus casas debido a la falta de cloacas y conexiones de agua. 

En la entrega del martes, algunos pocos vecinos firmaron el acta manifestando disconformidad por todo lo faltante y el resto decidió no firmar. La citación para la entrega de los terrenos comienza el 14 de octubre, por lo que si están todos los servicios, firmarán las actas.

Tras la reunión con Nicolini, quien “prometió trabajar para llegar a una solución definitiva y rápida”, los vecinos quedaron a la espera de un encuentro con el gobernador Gustavo Valdés, prometido para el próximo martes  por la mañana. Esperan que el funcionario les brinde respuestas concretas.

Los propietarios de terrenos en Santa Catalina llevan esperando desde el 2016 el avance de la obra, con múltiples reclamos. Durante la inauguración de la Comisaría Nº 23, los vecinos ya se habían manifestado. 

Sin red de agua

La zona en cuestión, dividida en cuatro pastillas como   se denomina técnicamente a cada bloque de terrenos, debía ser entregada con obras que responden a los servicios básicos: enripiado, cloacas, agua, alumbrado público y cordón cuneta. 

La pastilla B ya fue entregada y sus propietarios firmaron el acta donde, sin controlar el estado del lugar, dieron “total y absoluta conformidad en el estado actual del predio, que son de su conocimiento y aceptación plenos”. 

Sin embargo, “después vieron que era imposible empezar a construir, entre los permisos con plazos de seis meses y la falta de cloacas y conexiones de agua”, indicó una vecina de la comisión a El Litoral. 

En tal sentido, quienes solicitaron el trámite en Aguas de Corrientes recibieron la desagradable noticia: “Según nuestros registros no posee disponibilidad de red de agua”, junto con un dibujo que indica hasta donde se extiende la red. 

La respuesta oficial a este problema llegó por parte del gerente general del Fideicomiso de Administración Santa Catalina, Santiago Merino, y una vez más, los vecinos quedaron en medio de discusiones de gestión. 

Merino explicó que “tienen la planimetría, pero nunca se hizo la presentación formal, algo que se debería haber hecho cuando hicieron la obra allá por 2016”. 

La vecina, que espera recibir su terreno en diciembre, relató que “aparentemente está hecha toda la cañería madre, pero faltan los ‘chicotes’ para que los tubos lleguen a cada lote”, una obra que iniciará en dos semanas y, tras la cual, los vecinos recién podrán solicitar sus medidores. 

Empantanados 

Otro de los conflictos que deben sortear los futuros habitantes del barrio Santa Catalina es el estado de las calles. 

Si bien hay zonas donde el ripio fue finalizado, entrar al barrio resulta imposible durante los días de lluvias y también en los siguientes. 

“Enripiaron solo la parte que entregaron, pero antes hay tres o cuatro cuadras que se mantienen con la arena arcillosa”, relató la mencionada vecina. 

“Miles de autos quedaron empantanados”, aseveró. 

Los lotes no fueron desmalezados y los mojones fueron mal medidos. La zona tampoco está nivelada. 

Si bien el desmalezado y la nivelación del suelo no se encontraba pactado en el boleto de compraventa, “después de más de cuatro años de espera lo lógico sería que los lotes fueran entregados en condiciones de empezar a construir y no, otra vez, tener que aportar del bolsillo propio para realizar las tareas de limpieza y nivelado”, se quejaron.                      

(ME)