Los Ovnis, una realidad actual indiscutible

Por Francisco Villagrán

villagranmail@gmail.com

Especial para El Litoral.

Es un hecho demostrado que los extraños objetos voladores no identificados (Ovnis) están presentes en todo el mundo, surcan nuestros cielos y muchas veces aterrizan. Además de mantenerse suspendidos en la atmósfera, en los lugares menos imaginados. Únicamente se dejan ver cuando ellos quieren, lo cual evidencia que poseen una tecnología muy avanzada, superior a la nuestra. Los gobiernos de las grandes potencias tienen bajo el sello de “top secret”, voluminosos archivos, que afortunadamente en los últimos tiempos los van desclasificando, reconociendo sus apariciones en distintas partes de nuestro planeta.

Pero esto no es sólo propio de la época en que vivimos, sino que viene desde mucho tiempo atrás y existen abundantes pruebas para constatar lo dicho. Sin embargo es en los últimos años cuando ha despertado singular interés en la gente y los científicos, obligados en cierta forma a realizar serios estudios e investigaciones profundas para conocerlos mejor y descubrir los enigmas que esconden su presencia en nuestro mundo a través de la historia de la humanidad. Se deduce que esta explosión de curiosidad en la gente sobre el tema se ha manifestado debido al gran poder de difusión que tienen los medios actuales de comunicación, que de una u otra manera contribuyen a dar a conocer documentos gráficos y filmaciones de todo tipo que prácticamente dan vuelta al mundo por internet.

Un tema complejo

La temática del fenómeno Ovni presenta tal cantidad de matices, plantea tal cantidad de preguntas sin respuesta y hasta crea tantos problemas, que se ha hecho necesario crear una disciplina que se aplique a la realidad de la investigación científica sobre el fenómeno. Tal especialidad es la Ovnilogía, cuya misión es tratar de determinar y aclarar todo lo relacionado con el enigma de los Ovnis. Pero para tener éxito deberá ir dando respuestas satisfactorias, con un enfoque de objetividad imprescindible a todos los aspectos que el fenómeno enmarca.

Es admirable lo que realizan en este campo los investigadores abocados al estudio profundo y objetivo de este fenómeno, porque se encuentran con un panorama muy complejo, casi como el problema fundamental de la vida misma, donde tiene importancia la intervención de otras disciplinas, para poder explicar en forma más o menos objetiva qué son los ovnis, de dónde vienen, qué energía los impulsa, quiénes los tripulan y qué fines persiguen con sus visitas a nuestro mundo. La tarea de los investigadores es enorme, porque no se limita a simples avistajes, que son muchos e innegables. De entre todas las facetas del fenómeno, se destacan las abducciones o secuestros, agregados a las intenciones que tienen los visitantes. Los minuciosos estudios a los que son sometidos los seres humanos secuestrados, indican que la curiosidad de ellos va mucho más allá de lo científico.

Los testimonios

Los numerosos testigos, que se acrecientan día tras día en todo el mundo, coinciden en la descripción de los objetos, pero actualmente, más que darle importancia a su simple avistaje, los investigadores buscan el contacto o una evidencia física que pueda servir para un estudio profundo y científico de las manifestaciones de este extraño fenómeno que inquieta a todo el mundo. Lo que se busca es tener un contacto directo con los tripulantes de las naves, ya no interesa ver un Ovni en vuelo, hay que ir más a fondo en la cuestión, tratar de resolver muchas preguntas que surgen en torno a los extraños objetos volantes que nos visitan.

En los últimos años cobró importancia la hipótesis que además de provenir del espacio exterior, estos objetos provendrían del interior de la Tierra, de una civilización que está allí conviviendo con nosotros y que cada tanto salen a la superficie en esos medios de movilidad que llamamos Ovnis. Pero de ser esto cierto, esto no quita de que sea también cierto que provengan del espacio y que ambas teorías convivan, independientemente una de otra. Lo que se busca realmente es demostrar el fenómeno desde el punto de vista científico, ya que a nivel popular tiene una masiva aceptación, a pesar de las constantes negativas oficiales de los gobiernos y las potencias de todo el mundo. Pero de a poco con el transcurso del tiempo, van reconociendo hechos y casos que décadas atrás negaban firmemente. En los últimos meses las agencias oficiales como la Nasa y la CIA han reconocido en cortos comunicados la posibilidad de vida extraterrestre, como así también desclasificaron casos emblemáticos ocurridos hace mucho y que eran negados sistemáticamente desde siempre. Como los casos de Roswell y los numerosos hechos de contacto y abducciones ocurridos en todo el mundo, ellos están al tanto de todo, saben lo que ocurre en todo el mundo, sólo que no quieren reconocerlo oficialmente por distintos motivos.

Ya es una realidad con la que convivimos a diario y no se puede negar, las evidencias y los hechos registrados a diario no se pueden negar, no se puede tapar el sol con un dedo, llegará el momento en que las autoridades mundiales de todas las grandes potencias se verán forzadas a decir la verdad. Quizás nosotros no lo veamos, pero nuestra descendencia, las generaciones futuras, tendrán allanado el camino a la verdad y finalmente esta se sepa, le pese a quien le pese. Hay muchos intereses en juego, de todo tipo, económicos, militares, religiosos y sociales, que verán afectados profundamente sus cimientos.

Los hechos suceden, son verdaderos y auténticos, en muchos casos son fotografiados y filmados, no aceptando una opinión en contrario. Muchas veces hay cientos, a veces miles de testigos que coinciden con lo descripto en los avistajes en los distintos lugares del planeta. 

Pero los gobiernos siguen negando sistemática y tozudamente la existencia del fenómeno, aún cuando a veces tengan que reconocer a regañadientes que hay cosas que para la ciencia actual no tienen una explicación aceptable y racional, y sobre todo, científica.