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/Ellitoral.com.ar/ Interior

El correntino que se convirtió en parrillero en el Sur y compite a nivel internacional

Se crió en Apipé, pero luego emigró a Santa Cruz donde se alistó como soldado. Después incursionó en el rubro gastronómico y en el 2018, junto con un amigo, ganó el Campeonato Federal del Asado. En el 2020 clasificó para el “Mundial” que se postergó por la pandemia.  

Cristian Gauna creció en la isla Apipé Grande, en el hogar de sus bisabuelos Crescencia y Juan Cruz. Pero cuando terminó la Secundaria y ante  la necesidad de encontrar una salida laboral, emigró al sur del país. Allá se convirtió primero en soldado del Ejército y luego decidió convertirse en asador. Un oficio que aprendió hasta transformarse en un especialista. Ahora puede convertirse en un parrillero de oro en una competencia internacional en la que pueden votarlo hasta hoy haciendo un click en su nombre que aparece en el siguiente enlace: https://tinyurl.com/yjyd5l7a

Aunque hace más de dos décadas que no vive en suelo correntino, hasta antes de la pandemia volvía una vez al año a su terruño. La última vez fue en el 2019 para participar del festejo por los 50 años de su mamá, Cristina, que vive en Ituzaingó. 

El covid-19 impactó así en su vida cotidiana y también en su oficio que se convirtió en una puerta para conocer nuevos horizontes y cocineros de diferentes lugares del mundo.

Sin embargo, Cristian no pierde las esperanzas de seguir creciendo. Es parte del legado que, al igual que la cultura del trabajo, le dejó Crescencia. 

“Primero vivíamos en la parte rural de San Antonio (Apipé Grande). Mis bisabuelos cultivaban la tierra, vendían leña y hacían todo lo necesario para que no faltara nada en nuestra mesa. Después, cuando yo tenía 8 ochos, nos mudamos al área urbana porque mi bisabuelo necesitaba atención médica”, recordó Cristián en diálogo con El Litoral. 

Y aunque cambió la ubicación de su hogar, hasta los 17 años permaneció en la isla. “Ahí cursé desde el jardín de infantes hasta que terminé la Secundaria. Y aunque mi bisabuela no fue a la escuela, ella siempre me inculcó  estudiar y la cultura del trabajo”, destacó el correntino, quien añadió que “irme al Ejército era algo que quería”.

Por eso, cuando egresó, “cargué mi bolsito y junto con dos amigos se alistó como voluntario en Río Gallegos (Santa Cruz)”.

Allí, fue parte del Regimiento desde mayo del 2006 hasta fines del 2008. Sin embargo, el ingreso que tenía no era suficiente para poder formar una familia y progresar.

Volver a empezar

Fue así que la noticia de que su entonces novia y actual esposa, Genoveva Aguilar, debía volver a Comodoro Rivadavia (Chubut), se convirtió en una oportunidad para empezar de nuevo. Allí, primero “conseguí algunas changuitas” y luego fue sereno para una empresa. “Cuidaba el terreno mientras estaba vacío pero cuando comenzaron con la construcción, ya no tenía qué hacer allí”, indicó.

Cristian empezó a recorrer las calles para entregar currículum en búsqueda de una nueva oportunidad laboral. Mientras estaba haciendo eso, pasó por un local gastronómico llamado La Rastra.

“Cuando vi que estaban asando un cordero ante la vista de todos, dije, ‘quiero aprender a hacer eso, a cocinar de esa manera’”, rememoró Cristian, quien aquel mediodía no dudó en entrar al lugar y ofrecerse para trabajar.

La respuesta que recibió fue que no estaban incorporando personal, pero que si quería podía trabajar como bachero.

El joven isleño no dudó. Empezó a lavar platos, copas y todos los elementos de cocina que usaban en esa parrilla. Después se hizo mozo y de la mano del parrillero Fabián Palacios, aprendió a usar el fuego para asar.

Tarea que ya realizó varias veces en el Ejército, pero cuya técnica perfeccionó trabajando en el sector gastronómico. 

A los tres meses de estar allí, estaba en condiciones de ser el parrillero y por eso, cuando era necesario, realizaba la tarea de Fabián.

Transcurrieron tres años y Cristian se fue de ese local. Pero siguió en el mismo rubro. Esta vez comenzó a cocinar en Cayo Coco, donde perfeccionó el oficio de cocinar. “En realidad yo nunca tuve la posibilidad de estudiar para chef porque cuando terminé el secundario, siempre necesité trabajar para poder mantenerme. Pero pese a eso, aprendí y coseché varios logros en los últimos años”, expresó Cristian.

Precisamente, en el 2016, recibió la primera invitación para competir en el Campeonato Federal del Asado. “Sólo estuve como ayudante en un equipo de Chubut pero fue una experiencia maravillosa, porque se hizo en el Obelisco. Pasaron por allí, más de 100.000 personas, nos entrevistaron de distintos medios”, afirmó el correntino. Y aunque en aquella oportunidad no subieron al podio, “gané mucha experiencia”, aseveró.

Diferente fue lo que sucedió en septiembre del 2018, en aquella oportunidad, fue convocado como parrillero y “como compañero elegí al chef con quien jugaba al fútbol, Adrián Rosales. Una persona que no sólo sabía mucho sino que además era apasionado por el arte de cocinar”, subrayó. Al mismo tiempo, añadió que: “En esa competencia que se hizo en Mataderos (Buenos Aires) salimos campeones”.

Eso fue más que un trofeo. Se transformó en una considerable cantidad de oportunidades. “Nos convocaban para participar de eventos en diferentes lugares del país. Conocí muchos lugares y una gran cantidad de personas. Fue una experiencia maravillosa”. Estaba transitando esa etapa, cuando Cristian recibió una invitación de la Federación Argentina de Asadores para participar de la Cumbre Internacional de Parrilleros y Asadores Latinoamericanos que se desarrolló en Chile desde el 29 de enero al 2 de febrero del 2019.

Allí, integró el equipo cuyo capitán era otro correntino, el chef oriundo de San Roque, Ariel Leguiza. En esa oportunidad obtuvieron el primer puesto en la categoría “Vegetariano” y el tercero a nivel general. 

Eso le permitió contar con los puntos necesarios para convertirse en acreedores de un lugar en el  Mundial de Asado que se iba a realizar el año pasado en Bélgica. Pero la pandemia de covid-19, obligó no sólo a prorrogar la realización de ese evento gastronómico, sino también a buscar nuevas formas de compartir sus experiencias como parrilleros.

“Gracias a dos personas que me incorporaron al grupo ‘Parrilleros Unidos’ que se puede ver en Facebook, estoy en contacto con chefs de 25 países”, acotó Cristian.

Y fue a través de ese espacio virtual que ahora compite en una de las categorías en búsqueda de convertirse en el parrillero de oro.

Quienes deseen votar por él pueden hacerlo hasta hoy ingresando a: “https://tinyurl.com/yjyd5l7a.

Luego, tan sólo deben hacer un click sobre su nombre, Cristian Gauna, quien por estos días trabaja para  una empresa que brinda el servicio de comidas a trabajadores de una mina de Santa Cruz. 

(CC)

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