Boca Juniors debutó anoche con una victoria por 1 a 0 sobre The Strongest, de Bolivia, por la Zona C de la Copa Libertadores, en los siempre complicados 3.650 metros de altura de La Paz.
El planteo de Miguel Ángel Russo dejó en claro anoche en el estadio Hernando Siles, de La Paz, que sea por sapiencia o por capacidad de adaptación, su mano se vio claramente en el accionar de su equipo.
Y en esta oportunidad la sapiencia y la adaptación tuvieron que ir necesariamente de la mano, porque el técnico, salvo Carlos Tevez, al que él decidió dejar en Buenos Aires contra la voluntad del propio capitán, puso en cancha todo lo que pudo poner, ya que entre lesionados, afectados de coronavirus y suspendidos, una docena de los 35 integrantes de la lista de buena fe tampoco viajaron a Bolivia.
La cuestión fue que los buenos resultados que le dieron en la mitad de la cancha los juveniles: Cristian Medina, Alan Varela y Agustín Almendra en la victoria del fin de semana por 3 a 1 sobre Atlético Tucumán, fueron el disparador para que el trío repitiera en la hostil altitud paceña.
Ellos tres, más Agustín Obando, también titular frente a los tucumanos, son cuatro productos de las inferiores boquenses que ayer empezaron en Copa Libertadores a transitar un camino de renovación con mira en las divisiones menores.
Y quizá cuando esté disponible Edwin Cardona, él y Tevez podrían ingresar por Obando y Franco Soldano, ayer titular en lugar del “Apache”, y Russo habría encontrado definitivamente “él” equipo.
Soldano volvió a ejercer de “rueda de auxilio”, como cuando Russo lo ponía como ladero de Tevez, aunque en esta oportunidad auxiliando “a todos”.
En la primera llegada, Boca facturó. Almendra habilitó a Sebastián Villa, quien resolvió tras un enganche hacia fuera y un zurdazo alto que prematuramente sentenció el marcador.
Porque después, en el larguísimo trayecto de juego que quedaba por delante el Xeneize no pasó sobresaltos, taponó bien la boca de acceso al área grande para evitar los disparos de media distancia de los locales, y así el ingreso a los últimos 20 metros de la cancha resultaron inaccesibles para los anfitriones.
Sobre todo porque la sorpresiva victoria por 2 a 0 obtenida el martes a la noche por Barcelona, de Ecuador, en la propia casa de Santos, el verdugo brasileño que lo eliminó en las semifinales de la pasada edición de Libertadores, le abre una perspectiva de búsqueda del primer lugar del grupo muy promisoria.
Los mencionados Tevez y Cardona le pueden prodigar las cuotas de fútbol y mayor profundidad de las que este equipo auriazul anoche adoleció, pero si realmente se las pueden insuflar, Russo habrá encontrado un Boca con pretensiones serias y justificadas de ir por todo y cada uno de los torneos que está jugando, vale decir las tres Copas: Libertadores, Argentina y de la Liga Profesional.
Y para jugar como visitante en terrenos áridos como el de ayer, formaciones como estas, con mezcla de experimentados y juveniles sin techo (sobre el final debutaron en la Copa otros dos pibes como Agustín Sandez y Luis Vázquez, que ya había actuado en la Liga), también pueden cerrar una ecuación que, si bien ante un discreto equipo como The Strongest, puede resultar ganadora.