Desde antes de las 21, los comercios del microcentro comenzaron a bajar las persianas en cumplimiento con las medidas dispuestas por el Gobierno provincial. La Policía patrulló por la zona y supervisó que los negocios estén cerrados minutos después del horario marcado como límite.
Efectivos motorizados circularon por la peatonal Junín para verificar el cumplimiento por parte de los locales y otros grupos de uniformados se instalaron en las esquinas para pedir a las pocas personas que aún circulaban, que se retiren a sus domicilios.
Otra de las medidas que comenzó a regir desde ayer fue que nadie puede permanecer en los espacios públicos después de las 21.
A diferencia de otros momentos de la pandemia que resultó necesario que la Policía se presente y solicite que se retiren de lugares de importante concentración como el parque Cambá Cuá y la costanera, en esta oportunidad no llegó a ser necesario. Los capitalinos, enterados de las restricciones, ya no acudieron a estos espacios o lo hicieron más temprano.