Cultura Correntina, una experiencia colectiva

Por Florencia Gauna*

En la Ciudad de Corrientes y alrededores los contrastes se amalgaman para construir experiencias repletas de identidad y aire de río. El Paraná lo toma todo y la magia que tiene la ciudad vibra con la vida cultural del lugar.

Un casco histórico que grita tradición, colmado de casonas de época y espíritus ancestrales; museos y espacios de arte que alojan obras, historias, tertulias compartidas, el chamamé deambula por las calles y marca el paso en cada esquina, orgulloso por su reciente nuevo status de Patrimonio de la Humanidad; se codea de cerca con el carnaval, sus corsos, plumas, danzas y colores, ritual que toma a comunidades enteras, mantiene en vilo a la ciudad, moviliza multitudes y también millones.

San La Muerte, el Gauchito Gil y la Virgen comparten mates y los altares de cada casa y edificio público, conviven y conversan con las leyendas y mitos guaraníes y con la Pachamama.

La gastronomía no se queda atrás y valiente busca ocupar un lugar en la mesa de la experiencia cultural de la región, el río es abundancia, las mesas se cubren de manjares de sus aguas y de recetas generosas de los antepasados.

El arte se vive en la calle a la vera de murales coloridos, y en las casas de amantes de la creatividad que apoyan al sector y deciden rodearse de preciadas y únicas piezas de colección.

Los circuitos del arte, de la cultura son múltiples, construyen mundos que parecieran ajenos entre sí sin saber que en realidad son parte de un ecosistema prolifero y sinérgico, en constante movimiento y acción, de una conversación que no cesa.

Hay un sector de ese ecosistema que va más adelante que el tiempo, que escucha a sus contemporáneos y sus necesidades, que hace preguntas sin cesar y se las responde con más apuestas y creatividad, sin miedo.

Es que los espacios culturales independientes de la Ciudad y alrededores, entendieron que la red es la única manera de seguir adelante y en plena pandemia se animaron a asociarse para estar juntos, diversos, diferentes, múltiples, pero juntos.

AECIC, la asociación de espacios culturales independientes de Corrientes se formó en 2018 pero se consolidó en 2020 a raíz de la cuarentena y las medidas sanitarias aún hoy vigentes, con la intención de abordar en bloque las problemáticas existentes para los espacios culturales independientes entre ellas la falta de seguridad jurídica. Apunta José Ignacio Oviedo (Kevin) uno de los referentes del colectivo. Si bien en la ciudad existen más

espacios culturales los fundadores de AECIC son Espacio Cultural Mariño, Centro Cultural Flotante Siete Corrientes, Espacio de Arte Lo de Mari, Fundación Cultural Tangará y La Pépinière

Habitar los espacios: Lo de Mari.

En la Casa que fue de su abuela, 4 hermanos abrazan la magia de habitar creativa y colectivamente la vivienda, tal como lo vivieron desde chicos. Nos recibe Juan Cruz Benitez (@Caralyaa), alma y gestor cultural del proyecto.

La Mari, su abuela, se dedicaba al diseño y la costura y sin dudas, los colores, las texturas y las multitudes todas juntas, produciendo, contando anécdotas e imaginando nuevas maneras hicieron mella en la familia y desde 2017 se transformó en Lo de Mari, espacio de arte.

La Casa está repleta de murales, firmas e intervenciones de toda escala de artistas locales, la única premisa es que no hay reglas: Te invitan, elegís tu muro ( o cielo raso o puerta o piso) y te tomas el tiempo que necesites para dejar tu huella.

Hacia el fondo descansa ( por lo pronto) una sala con un pequeño pero poderoso escenario montado con sus propias manos por el cantautor local Alejandro Marasso; además, Lo de Mary es conocido por sus pizzas - la vera pizza napolitana - las mejores de la región, emprendimiento con el que sostienen el funcionamiento del espacio. Atravesando el patio, cubierto de colores y muchas más intervenciones, Juan Cruz tiene su estudio de Tattoo, se respira calma, orden y atmósfera creativa y también de trabajo riguroso, paciente y sostenido. inmediatamente el impulso es sentarse en su guarida y que el artista te deje en la piel una de sus obras para siempre, pero aunque pareciera que el tiempo se detuvo durante nuestra visita, afuera el mundo sigue girando y se nos escapa el día.

Sobre el Río, todo es posible: el Flotante Siete Corrientes

Estamos sobre el río Paraná, literal, literal. El Flotante es un Centro Cultural construido por Roberto Villalba y funciona desde 2004 como tal. Villalba al ver un pontón varado y abandonado sobre la orilla del Paraná, solicita al gobierno provincial que se lo entregue en comodato y se hace cargo de la reparación, modificación, reflote y construcción en la terraza de la estructura del teatro flotante, único en su especie.

El camino por el muelle para abordar este espacio le va anticipando al visitante que la experiencia será todo lo contrario a regular. En la sala de planta baja un grupo agita pañuelos y faldas al compás una música folklórica que se mezcla con las indicaciones y pasión del docente al frente de la clase; pegado al

salón, un espacio más pequeño entrama olor a libros viejos y nuevos con el aroma al café recién hecho, es el bibliocafé atendido por los propios profes de los talleres artísticos.

Un atelier de artistas en el que también se fabrica papel artesanal sale al encuentro y se completan así unos pocos metros cuadrados con la disciplina que faltaba.

La planta superior la domina el emprendimiento gastronómico artesanal del lugar se destacan las hamburguesas de surubí 100% caseras desde el pan hasta la mayonesa, las pizzas artesanales a la piedra, los clásicos e imperdibles Chipacitos, el Ginger ale artesanal también de producción propia.

La sala de teatro es un sueño flotante, parte del circuito teatral del INT y del circuito estable de música en vivo del Inamu. Además de creatividad y expresión, el Flotante respira gestión y acción de la mano de su coordinador general - José Ignacio Oviedo (Kevin)- y del equipo que lo acompaña.

La actividad no para desde que pudieron retomarlas con los protocolos del caso: entran y salen alumnas y alumnos, arriba se escuchan risas y charlas animadas de quienes se acercan a disfrutar de la noche correntina con un trago, un grupo arma la sala al aire libre para la función de esa noche y se escuchan rasantes las lanchas de los malloneros pasar cerca para comenzar la pesca de esa noche.

Divers@s y contemporáne@s: El Patio Cultural

La música se escucha desde la vereda y va tomando fuerza y color al ingresar al Patio de la biblioteca Mariño en donde funciona el proyecto de este grupo de jóvenes que nos dan una lección de contemporaneidad y trabajo colectivo.

El Patio está cubierto de murales, las mesas están separadas de acuerdo al protocolo, algunos grupos bailan, separados y con cuidado no dejan de mostrar la energía y la celebración que los atraviesa. Acaba de terminar una noche de rap y poesía.

El ciclo es parte del Espacio Cultural Mariño, un proyecto de más de 120 años de vida que si bien fue cambiando de fisonomía se vió siempre atravesado por lo comunitario. Se trata de una Asociación Civil sin fines de lucro, con un equipo de trabajo muy comprometido, y aloja en su interior también, una biblioteca popular y una sala de teatro.

A pesar de que son cerca de las 2 de la mañana sostenemos una conversación profunda sobre la tarea de gestión del espacio, sus miradas sobre el circuito del arte local y las comunidades, inquietudes y expresiones que aloja el espacio. Nos recibe José ( Chuky) Acevedo con una calidez que no se encuentra siempre y una postura tan sólida y coherente que emociona.

Todas las actividades que realizan en El Patio - el ciclo de unos 7 años de vida- tienen en común un vector de diversidad, expresión y apertura que hacen sentir a todos los grupos y comunidades bienvenidos: Musica en vivo, ferias, Festivales de poesía, Muestras de arte, intervenciones, performances, entre muchas otras más.

Una invitación a conectarse: La Pépinière

Llegar a La Pepiniere es entrar a un Edén correntino. En el kilómetro 1034 de la ruta 12 a unos minutos de la ciudad, este espacio familiar y de ensueño se abre paso entre lo que no hace mucho fue un vivero de grandes dimensiones. Nos recibe Victoria ( Toia) artista ceramista, gestora y quien impulsa los engranajes de una propuesta que además de creatividad e inventiva requiere de mucho trabajo físico y de mantenimiento. A pesar de la juventud de la anfitriona, a través de su mirada se adivinan las historias de varias generaciones que cuidaron, sembraron y cultivaron esa tierra.

El vivero fue de sus abuelos y desde hace un tiempo , junto a sus padres y hermano convirtieron el predio en un espacio para la expresión, el disfrute y la conexión con el arte y la naturaleza.

Pandemia de por medio, actualmente el foco del lugar está en el taller de cerámica entre otras actividades cuidadas pero también suele estar habitado por experiencias gastronómicas , visitas de artistas, espectáculos teatrales y musicales y propuestas de diseño independiente.

El taller de cerámica de Toia y su comunidad, está repleto de piezas únicas, materiales, texturas, colores como un reflejo interior de toda la vegetación y fauna que habita el paseo y patios exteriores. Una mixtura equilibrada de calma y creatividad vibrante.

Se acerca a ArteCo la Feria de Arte contemporáneo de Corrientes y es mucho más que una excusa para la comercialización: es la experiencia concreta y tangible de que ese ecosistema tan valioso e interdependiente está vivo, creando y más conectado que nunca.

*Flor Gauna es cordobesa, Gestora Cultural, Comunicadora Institucional y docente. Es parte del estudio de Gestión

Cultural Capital Creativo.