El misterio de los neumáticos: ¿cuándo fueron fabricados?

Cuando llega la hora de las vacaciones y la oportunidad de emprender un viaje en familia se avecina, los conductores responsables piensan en equipar sus automóviles con un nuevo juego de neumáticos. Y lo bien que hacen, pues se trata del componente más importante para cuidar la seguridad a bordo de un vehículo.

Sin embargo, así como llega la fecha del receso escolar afloran también las promociones con rebajas sorprendentes. En algunos supermercados, en tiendas virtuales o incluso en las redes sociales se pueden encontrar cubiertas aparentemente nuevas a precios de liquidación. ¿Se trata de un engaño? ¿Hay gato encerrado? Puede que sí. Y la mejor forma de averiguarlo es controlando el código que se conoce como fecha DOT.

Surgido en la normativa del Departamento de Transporte de Estados Unidos en tiempos de posguerra, el código DOT (Department of Transportation) es obligatorio, aparece en los flancos de todos los neumáticos actuales y permite conocer cuándo fue fabricado el producto, de forma que el usuario esté al tanto de la cantidad de tiempo transcurrido entre el momento en que la rueda salió de la planta de producción hasta que fue comprada para ser montada en su automóvil.

La fecha DOT está compuesta por cuatro dígitos. Los dos primeros indican la semana en que fue fabricado un neumático, mientras que los dos dígitos posteriores señalan el año. En el video que acompaña a este informe, el lector podrá observar el código 1820. Es decir que el caucho en cuestión fue producido en la semana 18 del año 2020.

De esa forma el consumidor que decida invertir en un nuevo juego de “zapatos” para su auto sabrá que hoy, sábado 17 de julio, la cubierta utilizada como ejemplo en el video de mi canal de Youtube, fue fabricada recientemente y está en condiciones de ser utilizada con todas las propiedades señaladas por el fabricante, sin riesgos de deterioro prematuro o de desperfectos inexplicables.

El gran problema de las ofertas tentadoras que en ocasiones se presentan ante un potencial comprador como una ganga, es que se lanzan al mercado para liquidar algún lote remanente cuya fabricación quedó demasiado lejana en el tiempo. Y nunca es lo mismo adquirir una cubierta producida en el último año que una que lleva tres o cuatro años almacenada en algún depósito.

Los neumáticos no vencen, pero por algo vienen con fecha de fabricación. Ocurre que si no se venden en un plazo medianamente prudencial, los cauchos guardados en bodegas pueden sufrir alteraciones en sus compuestos y perder las cualidades que originalmente fueron conferidas por sus diseñadores.

Una cubierta que pasó varios años a la sombra de un galpón, en un almacén o un altillo, se convierte en una rueda “dormida”. En ese caso, el período de estacionamiento prolongado al que ha sido sometida atenta contra sus atributos y acorta su vida útil al extremo de que, en ocasiones, pueden experimentar desgaste prematuro, resecamiento y grietas. Todo esto conlleva la pérdida de adherencia, lo que se traduce en un riesgo a la hora de circular.

Si bien no existe una fecha de caducidad para los neumáticos, a medida que pasa el tiempo las propiedades que caracterizaron a sus componentes se irán perdiendo, con lo cual siempre será preferible gastar un poco más antes de ahorrar en un elemento vital para preservar la integridad física de nuestros seres queridos en un viaje de placer.

Las cubiertas son el único punto de contacto entre nuestro automóvil y la superficie sobre la cual nos desplazamos, por lo que son las encargadas de transmitir las órdenes que impartimos desde el puesto de mando. Por ejemplo, si la decisión del chofer es frenar, las cubiertas deberán asimilar la fuerza utilizada para detener el vehículo. Pero hasta la más simple maniobra puede fallar si la rueda no se encuentra en las condiciones apropiadas.

Tips para cuidar los neumáticos

La mejor forma de mantener en condiciones de uso las cubiertas de nuestro auto es controlar la presión de inflado, conforme la cantidad de libras que recomienda el fabricante en el manual del usuario. Por lo general las ruedas sin cámara (tubeless) que se utilizan actualmente soportan presiones de entre 30 y 35 libras, de acuerdo a la cantidad de ocupantes y la carga del vehículo.

El elemento más útil para cuidar la presión de los neumáticos es el manómetro o calibre. Se trata de un dispositivo que, conectado a la válvula de la rueda, permite controlar la presión y mantenerla en condiciones ideales.

Las gomerías y estaciones de servicio cuentan con este implemento y lo ofrecen como adicional de cortesía, pero nunca proporcionan la seguridad de un correcto funcionamiento. Por ese motivo, lo mejor es adquirir un manómetro doméstico de dimensiones compactas, para llevarlo en el vehículo o tenerlo en el garaje.

Neumáticos correctamente inflados, debidamente alineados y convenientemente rotados por un taller de confianza tendrán sin dudas una larga vida y garantizarán el disfrute de cada viaje, sin sorpresas desagradables.

Por José Luis Zampa