El Estado argentino firmará este jueves el primer acuerdo de solución amistosa ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) en un caso de violencia por motivos de género, y en un acto público realizará un reconocimiento de responsabilidad internacional y pedirá disculpas por las violaciones de derechos que sufrieron Ivana Rosales y sus hijas, Abril y Mayka.
Tras ser víctima de un intento de femicidio perpetrado por su excónyuge y padre de sus hijas, Mario Garoglio, en 2002, en Neuquén, la Justicia provincial “sometió a Ivana Rosales a un proceso que lejos de haberle garantizado justicia, la revictimizó a través de actuaciones y decisiones discriminatorias y estereotipadas”, dijo a través de un comunicado el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad.
El tratamiento judicial del caso “fue deficiente, violatorio de los compromisos internacionales asumidos por Argentina en materia de derechos humanos y contrario a los estándares de debida diligencia reforzada que se exigen para estos casos”, añadió.
Ivana Rosales presentó entonces una denuncia ante la Cidh con el patrocinio del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels).
El Cels recordó en un comunicado que Garoglio fue condenado, pero le aplicaron un atenuante por “circunstancias extraordinarias” porque, según los jueces, Ivana “era mala madre y se lo había buscado”.
(EN)
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