Nicolás Gabriel Carrizo, procesado como partícipe secundario del atentado contra Cristina Fernández, no podrá salir por ahora de la cárcel de Marcos Paz, donde cumple prisión preventiva.
La Cámara Federal había ordenado evaluar medidas alternativas de detención y la defensa solicitó que se le concediera el arresto domiciliario.
Tanto el fiscal Carlos Rívolo como la querella de la vicepresidenta se opusieron. Y la jueza María Eugenia Capuchetti decidió rechazar el pedido de la defensa.
“Continúan vigentes los riesgos procesales ya analizados, los cuales no pueden ser neutralizados a través de otros medios menos lesivos para los derechos del imputado Carrizo, como la detención bajo la modalidad solicitada por la defensa que motivó la formación de este incidente; no resultando suficiente para asegurar su comparecencia al proceso y, a su vez, salvaguardar la investigación de posibles maniobras que la puedan entorpecer”, sostuvo Capuchetti en una resolución a la que accedió Infobae, firmada en la noche del lunes.
En paralelo la jueza trabajaba sobre la contestación al planteo de recusación que formuló la querella de Cristina Fernández.
Sus abogados pidieron su apartamiento, aunque admitieron que el pedido de apartamiento “no se debe a una situación concreta”, sino a un cúmulo de irregularidades que han hecho que nuestra poderdante pierda la confianza en la magistrada interviniente”.
(EN)