En una nueva edición del ciclo de cine del Museo de Bellas Artes Dr. Juan R. Vidal se proyectó ayer la película “El bailarín”.
“El bailarín” es una película sobre Rudolf Nureyev, en inglés The White Crow, el cuervo blanco, que cuenta la deserción del bailarín tártaro de la Urss y los años previos a esa decisión. Es considerado por muchos el mejor bailarín del siglo XX.
Es muy fresca y rejuvenecedora la mirada de Nureyev desde un punto de vista creativo. Se muestra al bailarín inspirándose en el Museo del Louvre en el cuadro “La balsa de la medusa” de Géricault.
Es ahí donde la personalidad genial del ruso se observa más claramente, en sus ansias de innovación. Él quiere conocer cualquier faceta del arte, la música, la pintura. Quiere saberlo todo sobre Picasso, por ejemplo.
La técnica del flashback, muy usada en la gran pantalla, pero también en otras artes, como la literatura, modifica la secuencia cronológica de la historia y conecta momentos diferentes trasladando la acción al pasado.
El director apuesta por tomas largas para los bailes y se sirve de la gama cromática para marcar la enredada estructura en tres líneas temporales de una trama.