El Banco Central le giró $83.000 millones al Tesoro, el segundo envío en tan solo 10 días. La entidad que encabeza Miguel Ángel Pesce le transfirió los fondos el viernes pasado, después de las dificultades experimentadas en abril por el Ministerio de Economía para renovar los vencimientos de deuda en pesos, hoy la principal fuente para financiar el rojo en las cuentas públicas.
El dato se conoció previo a la difusión de la inflación de abril del 6 %, un nivel apenas por debajo del 6,7 % de marzo y que en términos interanuales llegó al 58 %, el nivel más alto en 30 años. El ministro de Economía, Martín Guzmán, reconoció el miércoles por la noche que hay que “bajar la emisión”, desafiando a Cristina Kirchner, quien negó que la inflación fuera por la “maquinita”.
El adelanto transitorio de fondos coincidió con las mayores exigencias en materia fiscal. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), el déficit primario saltó en abril casi un 500 % interanual por el aumento del gasto por encima de la recaudación, impulsado por los subsidios energéticos, la obra pública, las transferencias a provincias y las prestaciones sociales.
De esa manera, la asistencia del Bcra acumuló en el año $285.000 millones, casi la mitad de la pauta del 1 % acordada con el FMI para el 2022 (unos $700.000 millones). Si bien el Central todavía tiene margen para cumplirla, los analistas creen que podría sobrepasarla en el último trimestre, cuando crecen con fuerza las erogaciones.
“Se está poniendo muy complejo cumplir la meta de emisión hacia fin de año. Más de la estacionalidad de los ingresos por retenciones, el Gobierno tiene que mantener la recaudación muy por encima de la inflación porque el impuesto a las rentas extraordinarias esta muy demorado y entonces cuesta más compensar el aumento de gasto”, señaló el economista Jorge Neyro.
Para financiar sus necesidades, el Estado recurre a la recaudación, la colocación de deuda o la emisión monetaria.
(JML)