En una requisa sorpresiva realizada ayer a la siesta en la celda de un interno de la Unidad Penal 1, de condenados, decomisaron estupefacientes que estaban escondidos dentro de un termolar.
Fuentes oficiales confirmaron que, pasadas las 15, personal del Grupo de Intervención Rápida Penitenciario (Girp) irrumpió en uno de los calabozos cuando concluyó el horario de visitas.
En el procedimiento, un suboficial del Servicio Penitenciario descubrió la existencia de droga, según confirmaron a El Litoral, la cual se hallaba acondicionada y escondida dentro de un recipiente, tras lo cual se dio aviso a las autoridades judiciales.
En una posterior requisa contabilizaron cinco envoltorios de polietileno, dos de los cuales contenían pastillas (50 unidades) y otras tres de una sustancia vegetal de color verdoso, que sería marihuana.
(WA)