José Luis Zampa
Hace 48 años la publicidad argentina marcaba un hito histórico con el spot producido para el lanzamiento de la nueva generación de camionetas Ford F100, presentada a fines de 1973 como “línea 74”, a través de espectaculares imágenes en las que podía verse a la pickup saltando desde un avión en pleno vuelo.
El cortometraje fue exitoso desde todo punto de vista, ya que pasó a convertirse en una pieza inolvidable de la publicidad y se popularizó al punto de que la gente iba al cine para verlo en colores, ya que en los años de su realización la televisión argentina sólo emitía en blanco y negro.
Tan famoso fue aquel material, producido por el histórico realizador publicitario Horacio Casares (de la agencia Walter Thompson), que en marzo de este año la casa matriz de Ford encargó un corto muy similar para presentar la nueva versión de la pickup Ranger Raptor, que —como en el antiguo aviso argentino— salta de un avión de cargas.
El corto más reciente se rodó en alta definición con medios digitales que no existían hace 48 años, pero aun así no alcanza a producir la adrenalina que inspiraba la pieza más antigua, ya que la edición maquilla el momento del impacto contra el piso, algo que sí entregaba la filmación de los años 70, realizada en el aeropuerto de El Palomar.
En el aviso original, la F100 que se lanzaba desde el avión lo hacía hacia atrás, tirada por un paracaídas similar a los utilizados por los dragsters de competición a la hora de frenar. El momento del “aterrizaje” de la camioneta, una versión “Deluxe” bicolor con motor V8, muestra detalles como la dobladura de paragolpes y vértices inferiores de los guardabarros, no obstante lo cual la pickup sigue una trayectoria uniforme hacia adelante.
Las imágenes pre y postsalto, en el aviso histórico, fueron tomadas con la camioneta conducida por el recordado piloto de pruebas y doble de riesgo Horacio Turner, quien se había ofrecido a saltar junto con el vehículo desde el avión Lockheed Hércules C130 de la Primera Brigada Aérea. Pero la idea de un conductor humano fue desestimada, dado que existían riesgos de que la camioneta volcase al momento de ser lanzada. Por ese motivo se colocó un maniquí.
El aviso producido en Estados Unidos hace pocos meses recurre a la misma estrategia. Se utilizaron “dummies” para las escenas de la Raptor en pleno salto, mientras que Paul Swift, experto en conducción de precisión, fue elegido por el director Nick Piper para rodar las escenas donde se ve a la camioneta dibujando curvas a alta velocidad.
En el corto publicitario más reciente no hay alusión al precedente argentino, pero es innegable que existe un hilo conductor entre ambos. El primero, fruto del arrojo de los creativos argentinos de hace medio siglo, es fuente inspiración para el segundo.
Aquella idea de saltar desde un avión en vuelo rasante significó la consagración para el equipo conducido por Casares, quien para convencer a Ford Argentina de llevarlo a cabo llegó a poner su patrimonio en juego.
“Si algo sale mal nos hacemos cargo nosotros”, aseguró. Con esas condiciones concretó lo que se convertiría en un éxito imperecedero que ganó dos premios Clío y fue admitido en el “Hall of Fame” como uno de los mejores avisos publicitarios del mundo.
Willy Turner, el doble de riesgo
El doble de riesgo y piloto de pruebas Horacio Guillermo Turner, conocido como Willy de lejanos tiempos circenses en los que desplegaba talento con una agrupación llamada “Rompecoches”, fue el conductor de las maniobras previas y posteriores al salto que realizara la Ford F100 en 1974. Después de la consagración en aquel cortometraje, continuó filmando hasta que la tragedia lo sorprendió en el rodaje de la coupé Ford Sierra XR4 en Calingasta, San Juan.
Quedó en el recuerdo su participación en tantos avisos televisivos y de cine, rol que pudo desplegar gracias a que conoció al publicista Horacio Casares en su taller particular (Willy era restaurador de autos clásicos y Casares tenía una colección). Ambos rápidamente sintonizaron y, dada su experiencia, al poco tiempo ya era infaltable protagonista de las producciones de su amigo. Saltó en camioneta sobre un puente levadizo, atravesó un vagón ferroviario y simuló una corrida de toros al volante de un Ford Taunus, entre tantas otras piruetas. El 30 de abril de 1984 ya estaban terminando de filmar con la coupé Sierra. Lo tenían prácticamente cocinado al corto, pero Turner decidió salir una vez más. Sin colocarse el cinturón, el auto se clavó en una de sus ruedas delanteras y volcó de punta. Willy no sobrevivió.