En el marco del expediente que orienta la investigación sobre el episodio del jueves a la noche, la vicepresidenta prestó declaración testimonial durante una hora. Lo hizo desde su departamento del barrio de Recoleta ante la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, a quienes le brindó detalles del ataque que sufrió.
En tono firme, con un relato concreto y ordenado de lo acontecido el jueves cuando arribó a su casa de las calles de Uruguay y Juncal, Cristina Kirchner declaró como testigo en el caso que investiga un intento de homicidio en su contra. Pidió hablar durante la mañana, sin posponer más dicha instancia. Fue cuando la jueza del caso y el fiscal se trasladaron desde Comodoro Py a su domicilio donde estuvieron cerca de una hora.
Siempre consciente de lo ocurrido y de la trascendencia de los hechos, la vicepresidenta reconstruyó de forma ordenada, con precisión, la escena que quedó registrada.
Visita de Alberto y salida con custodia
Mientras continuaba montado un estricto operativo de seguridad en calle Juncal, en la cuadra en la que vive la vicepresidenta, este viernes pasadas las 16 Cristina Fernández salió por primera vez a la calle tras el atentado en su contra.
En un recorrido de unos pocos metros y acompañada por una marcada custodia, la mayor parte de agentes vestidos de civil, Cristina se separó del trayecto que la dirigía desde la puerta del edificio hacia el vehículo que la esperaba, para saludar a un grupo de militantes que se encontraba en la esquina.
La cuadra en la que vive la vicepresidenta sigue cerrada, bajo la vigilancia de Policía Federal, por lo que nadie puede acercarse a la puerta del edificio.
El presidente Alberto Fernández había ido antes de las 14 a la casa de Cristina Kirchner y se retiró 50 minutos después.