Por Adalberto Balduino
Especial para El Litoral
Eran otras épocas pero el interés el mismo. Aprender como fuera, para apuntalar la escuela pero más que nada, poder labrarnos un futuro más cierto.
La recurrencia, era aprender por correspondencia desde la propia casa, eso sí asegurando de antemano la garantía y solvencia de Academias Pitman, una institución que daba luz verde.
Si bien es cierto la economía siempre manejó nuestras vidas, pero a mí se me hacía árida aunque como siempre, ha estado presente en todos los instantes de nuestras vidas denotando solvencia y un camino seguro por el cual transitar.
La economía es como las matemáticas, soporífera pero tan necesaria, o sino cómo nos cambió la vida a los argentinos el teje y maneje que siempre tiró gobiernos abajo.
Porque lamentablemente estamos ceñidos a sus problemas de gastar mucho más de lo que poseemos, impostura argentina de hacer lo que queremos hasta que la carga explosiva poco a poco va “subiendo la espumita”.
En los últimos años con la presión del petróleo poniéndole precios cuantas veces se les ocurra, las cosas se dispararon de la normalidad llevándonos hasta las guerras emprendidas a cabo desde entonces en Medio Oriente.
Con Milei y este frenazo para poner fin a cuanta avivada proveniente del estado benéfico para unos pocos, los números en su máximo fragor se lanzaron impelidos desde Massita y mucho antes en espiral de avalancha incontenida.
Uno se encuentra no sólo con precios insólitos sin tener el número que permita compararlo para comprender por qué tanta variable, sino construyendo todo tipo de historias, versiones, presunciones, comentarios apocalípticos, etc.
A propósito de la convergencia en Davos donde la economía desplegó miles de argumentos, el cabezal de noticia decía: “Queremos pagar más impuestos.”
Ya de entrada parecía descabellado pero sin escaparle a la lógica, un grupo de felices adinerados dejaron a todos con la boca abierta, ante su revolucionaria postura
Y entraba a explicar lo inaudito que por normal muchas cosas parecen productos de ciencia ficción. Más de 200 súper ricos han firmado una carta de intención al Foro Económico Mundial,“entre gente como uno”.
Donde piden acciones que conviertan “la riqueza privada extrema e improductiva en una inversión para nuestro futuro democrático común.”
Será..? Serán tomados en serio..? No se arrepentirán en caso de vehiculizarse y ser designados parte del justo pero increíble proyecto.
Y a propósito de cosas increíbles, Argentina acaba de cumplir el 211 por ciento de inflación, pasando a ser la primera de lejos en la tabla de posiciones, si es verdaderamente que a este “campeonato podemos llamarlo campeonato”, como dignos representantes de lo que en materia económica no debemos hacer.
Siempre jugamos por los extremos, cuando el tiempo ya se juega minutos de descuento, ya perdido “el campeonato”.
El día “D” comenzó soleado. Oteamos canal por canal, a ver en qué se diferencia esta primera marcha contra Milei dispuesta por la CGT, que aglutina 30 organizaciones gremiales, y que a batir de parche se hará oír como cuando “Tula” comandaba el grupo percusivo que, siempre tapaba todo discurso, anulaba todo cuanto se dijo, comunicando como cine mudo digna de Chaplin.
Todo se parece. Todo vuelve. Será que para integrar estos “paradores” amén de necesidad lógica, se necesita título habilitante de “bombisto” como dicen los santiagueños. O, lo harán de oído, o simplemente de guapos ensayarán una tímida percusión hasta tanto “calienten” muñecas.
Hemos visto tantas “paradas” en estos últimos años, pero sin duda el que batió records fue el protagonizado por Saúl Ubaldini, que le hizo 13 paros nacionales al hilo, y sin ponerse colorado al mismísimo presidente Alfonsín.
Una vez, pasado el tiempo, estando frente a frente el dirigente cervecero con el expresidente, el primero reflexionando la historia protagonizada, caballerescamente le pidió perdón por tan aberrante y desmesurada adopción.
El expresidente, no dijo absolutamente nada, o quiso decirlo y calló, o vaya a saber qué. Solamente lo miró, con la mirada distante, entre asombrada e inexplicable.
Hay cosas que solamente el silencio puede paliar, zanjando una difícil situación que manejar obviando todo comentario. Para qué si el respeto tiene alguna incidencia en este país cuando las razones abundan y sobran, allanando toda explicación.
Lo de este miércoles acaba de ser una alarma donde los contendientes no se dan tregua, tan solo a días de haber asumido. Por otro lado, los no privilegiados que a pesar de todo con una alta cifra de adhesión a Milei, con necesidades indisimulables, decidieron un cambio profundo a pesar que las consecuencias pondrían a ellos como carne de cañón.
Qué muestra inequívoca de gente valiosa que no está en el “chiquitaje” de la eterna viveza argentina, habilitando con su voto porque el cambio sea real y contundente.
Cambiemos ya, pero en serio.
