El correntino Maximiliano Meza sufrió una nueva lesión en su rodilla izquierda y salió reemplazado en el Superclásico antes del entretiempo.
Entre lágrimas, el volante oriundo de Caá Catí que juega para River, que recién empezaba a recuperar ritmo tras superar una operación por una tendinopatía rotuliana, tuvo que dejar la cancha por un mal movimiento.
A los 30 minutos del primer tiempo, Maxi Meza corrió una pelota al vacío y no sufrió contacto alguno, el futbolista de pasado en Independiente trastabilló solo y cayó de inmediato al césped.
Al instante, Meza se tomó la rodilla, la misma por la cual había sido intervenido quirúrgicamente en julio y que lo dejó afuera de las canchas por largos meses (volvió contra Sarmiento, en octubre), y comenzó a llorar sin consuelo.
Como si el escenario con esas imágenes ya no fuera poco alentador, la reacción de Driussi le dio una cuota más de preocupación a todo River en pleno Superclásico. Ante esa secuencia, Marcelo Gallardo llamó al paraguayo Matías Galarza e hizo el cambio.
Completamente desconsolado, Meza se retiró del campo de juego ante Boca en el carrito del cuerpo médico. Aunque es prematuro establecer un diagnóstico, y recién con los estudios al comienzo de la semana se sabrá con certeza el tipo de lesión, el pronóstico no es bueno.
Los problemas en el tendón rotuliano se habían vuelto a hacer presentes en la vida de Meza el pasado febrero, algo que lo marginó de las canchas por 16 días. A fines de abril, la molestia regresó y fueron 14 los días que estuvo fuera de acción.
Como si esto fuera poco, en la previa del Mundial de Clubes sufrió una pequeña fractura en una de sus costillas, por lo que estuvo 23 días en recuperación. Después de eso, en julio fue sometido a una artroscopia en esa rodilla que lo tenía a maltraer y este domingo le jugó otra mala pasada en La Bombonera. Un año para el olvido en la cuestión física para Meza.
Información de TyC Sports