La región transfronteriza rusa de Kursk era escenario este viernes de intensos combates tras la incursión lanzada hace tres días por el ejército ucraniano, que también envió por la noche decenas de drones contra distintas zonas de Rusia.
La incursión en Kursk es el ataque más significativo de Ucrania contra Rusia desde que Moscú lanzó su invasión contra su vecino en febrero de 2022. Según el ejército, ruso unos 1.000 soldados y más de dos decenas de blindados y tanques participan en ella.
Ucrania no ha asumido oficialmente la autoría de la operación, pero su presidente, Volodimir Zelenski, dijo el jueves que Rusia debe "sentir" las consecuencias de su ofensiva.
"Rusia ha llevado la guerra a nuestra tierra y debería sentir lo que ha hecho", afirmó Zelenski, sin referirse directamente a la incursión.
El ejército ruso afirmó este viernes que seguía combatiendo en Kursk. "Seguimos repeliendo el intento de incursión de las fuerzas armadas ucranianas en el territorio de la Federación de Rusia", declaró el Ministerio ruso de Defensa.
La entidad también confirmó que las tropas de Kiev habían alcanzado la ciudad de Sudzha, a unos diez kilómetros de la frontera. La localidad, de 5.500 habitantes, es clave para el envío de gas a Europa a través de Ucrania. La incursión del martes representa un revés inesperado para el Kremlin, que en los últimos meses había registrado importantes victorias en el este.