El presidente interino de Perú, José Jerí, anunció este martes la declaración del estado de emergencia en Lima y Callao por 30 días, en respuesta a la ola de violencia y extorsiones vinculadas al crimen organizado.
La decisión, que afecta a unos 10 millones de habitantes, autoriza la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad y restringe derechos como la libertad de reunión y la inviolabilidad del domicilio.
En un mensaje a la nación, Jerí afirmó que “la delincuencia ha crecido de manera desmesurada” y prometió revertir la situación. “Hoy empezamos a cambiar la historia en la lucha contra la inseguridad en el Perú”, planteó. Entre las medidas más duras se prohíbe que dos personas circulen en una misma moto, una práctica utilizada por el sicariato.
El estado de emergencia es la primera gran acción del nuevo gobierno, que cumple casi dos semanas en el poder. “Pasamos de la defensiva a la ofensiva en la lucha contra el crimen”, sostuvo el mandatario rodeado de su gabinete. Lima ya había estado parcialmente bajo medidas similares entre marzo y julio, tras el asesinato de un popular cantante de cumbia.
Protestas y crisis política en medio del avance del crimen organizado
La decisión del Ejecutivo llega tras protestas masivas ocurridas la semana pasada, que dejaron un muerto y más de cien heridos entre civiles y policías. Las manifestaciones del 15 de octubre derivaron en violentos enfrentamientos frente al Congreso, donde miles de personas reclamaron contra la inseguridad y el gobierno del derechista Jerí.
Perú vive una profunda crisis política, con siete presidentes desde 2016. Las denuncias de extorsión se dispararon de 2396 en 2023 a más de 17 mil en 2024, y solo entre enero y septiembre de este año la policía registró 20.705 casos, un 28,8% más que el año anterior. Además, 47 conductores fueron asesinados por sicarios en lo que va de 2025, según el gremio de transportistas Anitra.
TN