Con tobillera electrónica y bajo prisión domiciliaria y vigilancia permanente por riesgo de fuga, Jair Bolsonaro espera el inminente e histórico fallo de la justicia en una causa por golpismo que podría condenarlo hasta 40 años de cárcel.
La primera sala de la Corte Suprema de Brasil se reunirá desde el martes en sesiones extraordinarias para deliberar y emitir su sentencia en un caso que mantiene en vilo a la política brasileña y que tensó las difíciles relaciones bilaterales entre el presidente Luiz Lula da Silva y su par estadounidense, Donald Trump.
El órgano colegiado, de cinco miembros y tendencia progresista, tiene plazo hasta el viernes 12 para emitir su fallo.
Una eventual y larga condena contra el expresidente, que ya está inhabilitado en otra causa hasta 2030, impactaría de lleno en el escenario político brasileño a poco más de un año de las elecciones presidenciales de octubre de 2026 y allanaría el camino a una eventual reelección de Lula.
Además, una sentencia desfavorable podría agravar la disputa con Trump, que impuso aranceles de hasta el 50% a productos brasileños para presionar por el fin de lo que llamó una “caza de brujas” contra Bolsonaro.
“Internamente la tensión (con EE.UU.) también beneficia a Lula”, dijo a TN el analista brasileño Fernando Guarnieri, de la Universidad de San Pablo.
De qué se acusa a Jair Bolsonaro
Bolsonaro, de 70 años, está acusado junto a siete de sus antiguos colaboradores, entre ellos exministros y militares, por graves delitos. La justicia lo procesó por intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, participación en organización criminal armada, daño cualificado y deterioro de patrimonio protegido.
Además, lo acusó de autorizar un plan bautizado “Puñal Verde y Amarillo” (los colores de la bandera brasileña) para asesinar a Lula y al juez del máximo tribunal, Alexandre de Moraes, sus dos grandes enemigos públicos.
De ser hallado culpable, la sumatoria de las penas de los distintos cargos que enfrenta podría sumar una condena de hasta 40 años de prisión. Bolsonaro sostiene su inocencia.
En concreto se lo acusa de impulsar un golpe cívico-militar para evitar la asunción de Lula tras el triunfo del actual presidente de izquierda en las elecciones de fines de 2022.
El plan derivó en la intentona golpista del 8 de enero de 2023 cuando cientos de manifestantes bolsonaristas tomaron por asalto las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia, en una de las páginas más oscuras de la historia reciente del país tras la recuperación democrática de 1985.
Hoy Bolsonaro aguarda el fallo en su domicilio de Brasilia, donde cumple arresto domiciliario bajo severa vigilancia policial y con tobillera electrónica por riesgo de fuga, según determinó la justicia.
Cómo puede impactar en Brasil una eventual condena a Jair Bolsonaro
Bolsonaro atraviesa el peor momento de su carrera política. Con persistentes problemas de salud, ya está inhabilitado para ejercer cargos públicos hasta 2030 por abuso de poder y diseminar mentiras y sospechas infundadas sobre el sistema electoral brasileño.
Una eventual larga condena por golpismo significaría en la práctica el final de su trayectoria pública, según coinciden analistas, salvo que la ultraderecha vuelva al poder tras las elecciones de 2026 y el nuevo gobierno impulse una amnistía exigida por Bolsonaro y sus seguidores en masivas movilizaciones celebradas en los últimos meses.
En su diálogo con TN, Guarnieri dijo que una eventual sentencia a prisión impactará de lleno en la política brasileña.
De haber condena, “la derecha pierde a su mayor líder y se fragmenta. No creo que Bolsonaro vaya a apoyar a alguien (en 2026) y si lo hace no sé cuánto va a conseguir transferir votos porque ya hubo ocasiones (en elecciones locales) en que sus seguidores no siguieron sus indicaciones”, afirmó.
En ese escenario, según el analista, “la condena favorecería a Lula”, que ya oficializó su intención de buscar un nuevo mandato si la salud lo acompaña. Tendrá 80 años en octubre de 2026 cuando se realicen los comicios generales.
“Para ser candidato tengo que ser muy honesto conmigo: necesito estar 100% de salud. Postularme y que pase lo que pasó con (Joe) Biden, jamás. Cuando hablo que tengo 80 y energía de 30, pueden creerme. Si yo fuera candidato, voy a ser candidato para ganar”, afirmó el presidente.
Con Bolsonaro en prisión, se desataría una dura interna dentro de la derecha brasileña por la candidatura presidencial del sector. El dirigente mejor posicionado es el actual gobernador de San Pablo Tarcisio Gomes Da Freitas, el único eventual postulante capaz de derrotar a Lula en una segunda vuelta, además del propio expresidente, según encuestas. De Freitas ya dejó en claro que amnistiaría a su jefe político de acceder al gobierno.
Otros posibles candidatos son la esposa de Bolsonaro, Michelle, y sus hijos Eduardo y Flavio, con menor respaldo popular, pero que podrían contar con la venía del jefe del clan.
Fuente: TN.