n A través de comentarios y trabajos de investigación, científicos de todo el mundo han coincidido en afirmar que la vida sobre nuestro mundo pudo haber llegado desde el espacio exterior a lo largo de millones de años. Es interesante confrontar las distintas teorías y trabajos investigativos, para echar un poco de luz sobre estas afirmaciones y ver qué hay de cierto. Para muchos no cabe duda de que la vida llegó a nuestro planeta desde un punto muy lejano de nuestra galaxia. Los ladrillos químicos necesarios para la formación de la vida sobre la Tierra, así como las estructuras rudimentarias que pudieron constituir la base para las primeras células, podrían haber llegado desde el espacio. Esa es la conclusión de un grupo de científicos de la NASA, que han conseguido replicar en su laboratorio las duras condiciones reinantes en el frió espacio interestelar, con el fin de reproducir en ellas las estructuras membranosas que encontramos en los seres vivos de la actualidad. Estos compuestos químicos podrían haber jugado un importante papel en el origen de la vida en nuestro planeta. Estos descubrimientos llevados a cabo por científicos de la NASA en el Sillicon Valley, de California, son importantes, ya que algunos científicos creen que el material orgánico de similar naturaleza aportado por cometas, meteoritos y polvo interestelar. Esto podría haber constituído un “punto de partida” para explicar la aparición de la vida sobre la Tierra.
Los científicos creen que las moléculas necesarias para formar una membrana celular y por lo tanto para el origen de la vida, son ubicuas y existen en el espacio. Este hallazgo supone que la vida asimismo podría estar diseminada por todo el universo. Esto confirmaría también la firme posibilidad de vida en otros planetas. Llevando a cabo simples y rutinarios experimentos, los investigadores de la Universidad de California, han creado por primera vez “protocélulas” similares a las estructuras membranosas ´presentes en todas las formas de vida. Este proceso tiene lugar constantemente en las densas nubes moleculares interestelares. Las implicaciones para el grupo de estudios de astrobiología de la NASA, son más que importantes. <Sostienen los científicos que “la formación de estos interesantes compuestos biológicos mediante la radiación ultravioleta en el vacío de hielo interestelar, compuesto por agua, etanol, amoníaco y monóxido de carbono, congelado conjuntamente, muestra que alguno de los compuestos orgánicos que caen a la Tierra en meteoritos y polvo interplanetario, deben haber nacido en las regiones más frías del espacio interestelar. El depósito de tales compuestos debió ser fundamental para el origen de la vida en la Tierra.
En nuestros días no podemos asegurar que el proceso haya sido exactamente así, pero de no serlo, debemos estar muy cerca de la verdad. El próximo paso será ver si estas pequeñas burbujas pueden admitir actividad celular en su interior. Hasta ahora le aplicaron químicos que promueven la actividad celular, cosa que hasta ahora está funcionando. Hasta ahora, de acuerdo a esto, es muy factible que las moléculas que dieron el origen de la vida, llegaron a la Tierra provenientes de los confines de nuestra galaxia. Todo respaldado por astrónomos y expertos en biología espacial. Los científicos señalaron que “hemos encontrado benceno en Saturno, vapor de agua en Orión, y moléculas de hidrocarburo en planetas grandes. También explicó que las observaciones de la nave ISO, lanzada en 1995, han permitido encontrar vínculos a escala química entre la Tierra, el cometa Hale Bopp y muchas estrellas jóvenes en formación. Una de las claves en la formación de las moléculas, son las radiaciones cósmicas que actúan como un acelerador de los procesos en el interior de las moléculas. Otro hecho muy importante que destacan es que “hay agua en muchas regiones del universo, lo cual indican que hay altas posibilidades que exista vida similar a la nuestra.
La pregunta que los científicos e investigadores se hacen es: “puede la vida tener origen cósmico?” y la respuesta es si. La vida, tal como la entendemos, con una atmósfera respirable, vegetación y animales y el ser humano en la cima de la cadena vital y específica del planeta. Hubo que esperar a disponer de naves ultra sofisticadas, capaces de captar las emisiones en el espectro del infrarrojo, para descubrir detalles muy importantes capaces de brindar elementos de juicio para determinar si el origen de la vida puede haber sido procedente del espacio exterior. Otro de los investigadores del espacio explicó que, algunos de los meteoritos encontrados, contienen incluso aminoácidos, una de las formas más básicas a partir de las cuales puede organizarse la vida. Las observaciones realizadas han permitido descubrir en múltiples galaxias moléculas de hielo. Está comprobado que en muchas regiones del universo, en remotas galaxias, hay agua en distintas formas, hielo, líquida o gaseosa, pero esto es un indicio de que es muy posible la existencia de vida como la conocemos. Todo esto indica que de acuerdo a los estudios realizados últimamente, es altamente factible que exista vida en otras regiones de este infinito universo. En lo que no coinciden los científicos es que, en el caso de existir vida en otros lugares del universo, no necesariamente tendrían que venir a la Tierra para comprobar si estamos aquí y somos similares o distintos a ellos. De cualquier manera que se lo tome, es posible que la vida en nuestro planeta haya podido originarse en cometas o asteroides que cayeron hace millones de años en la Tierra. Todo puede ser. Mientras tanto, debemos esperar que la ciencia nos de su veredicto al respecto.