La situación sigue siendo crítica en San Luis del Palmar tras las intensas lluvias registradas durante el domingo y el lunes. Según el último relevamiento, hay 43 familias evacuadas, lo que representa un total de 185 personas que debieron ser asistidas ante el avance del agua y el anegamiento de amplios sectores de la localidad.
El Subdirector de Defensa Civil de Corrientes, Bruno Lovinson confirmó a El Litoral: “Quedan todavía personas evacuadas en San Luis del Palmar, en Corrientes Capital ya no”.
Distribuidos en refugios
Las familias evacuadas fueron distribuidas en distintos espacios dispuestos por el municipio y la comunidad, la cancha municipal, Capilla Inmaculada, la Capilla Cruz de los Milagros, el SUM y en el barrio San Miguel, donde se habilitaron un comedor y una capilla para brindar refugio.
Desde el lugar, el periodista local Luis Dalmacio describió a El Litoral, la compleja realidad que atraviesan los vecinos: “Los que hace un mes regresaron a sus viviendas, hoy ya nuevamente están evacuados. Hay muchas familias autoevacuadas”.
Dalmacio también explicó que la situación fue especialmente delicada en las últimas horas: “Ayer al mediodía era muy complicada la situación, por el temor de más precipitaciones y posible desborde del Riachuelo en zona de las viviendas, pero hoy está estacionado, afortunadamente”.
Comité de crisis
Ante el escenario, se conformó un comité de crisis integrado por todas las fuerzas vivas y direcciones municipales. Desde allí se coordina la asistencia integral a las familias afectadas, con la intervención de áreas de salud, controles generales, vacunación, atención a embarazadas y también asistencia veterinaria para las mascotas.
Las zonas más comprometidas corresponden a sectores ribereños, con terrenos muy bajos e inundables. En el ámbito rural, las áreas más afectadas son la Cuarta Sección, a la que ahora se suma la Quinta Sección.
En cuanto a las precipitaciones, se registraron 213 milímetros el sábado y otros 100 milímetros el lunes, superando los 300 milímetros en apenas 48 horas. Este volumen extraordinario de lluvia provocó el colapso de barrios que históricamente no se habían inundado, incluso en la zona céntrica de la localidad. Si bien el agua escurrió con relativa rapidez, el impacto fue grande y dejó a numerosas familias afectadas.
La provincia mantiene el monitoreo constante de la situación, mientras continúa la asistencia a los evacuados y autoevacuados, a la espera de una mejora definitiva en las condiciones climáticas.