A comienzos de enero, una comadreja overa (Didelphis albiventris) llegó en estado crítico al Centro de Conservación Aguará, luego de haber sido atacada por perros en la localidad de Gobernador Virasoro en Corrientes. Herida, asustada y con pronóstico reservado, fue bautizada por los voluntarios como “Coco”, y desde entonces comenzó una historia de lucha, cuidados intensivos para recuperarse.
El pequeño marsupial ingresó con varios traumatismos y una compleja miasis —una infección por larvas de mosca— en su pata trasera derecha, lo que obligó a someterlo a múltiples procedimientos médicos bajo anestesia, curaciones delicadas y la colocación de vendajes. Además, se le practicaron estudios como ecografías y exámenes coproparasitológicos para evaluar su estado general.
“Lamentablemente es elevado el número de ingresos de animales silvestres atacados por perros. Estos pueden ocasionarles lesiones muy graves e incluso la muerte”, señalaron desde las redes sociales del Centro Aguará.
Actualmente, la comadreja se encuentra estable y la herida en su pata está en las últimas etapas de cicatrización. Si todo sigue así, pronto podrá regresar a su hábitat natural.
Desde el Centro Aguará aprovecharon el caso para renovar un pedido urgente a la comunidad: "Queremos pedir a la comunidad responsabilidad frente a sus mascotas en situaciones o lugares donde se encuentre fauna silvestre".
La historia de Coco es una muestra del compromiso del equipo humano detrás del centro de conservación que trabaja diariamente en su recuperación. Se espera que pronto deje atrás los vendajes para volver a moverse libre por los montes correntinos.