Las carpas son el instrumento de protesta social más emblemático de Corrientes a partir de la gesta de 1999, cuando la plaza 25 de Mayo se transformó en la “Plaza de la Dignidad” para desalojar del poder al último gobierno nuevista. Por eso el hecho de que el mismo método de protesta sea aplicado por los gremios estatales en pleno 2004 inquieta sobremanera al Gobierno, aunque una de esas manifestaciones apunte a otra administración naranja: la de Nora Nazar de Romero Feris, que hoy volverá a enfrentarse con la instalación de toldos y pancartas en la plazoleta Casco por los trabajadores municipales en demanda de aumento salarial.
Como ya hicieron los docentes de San Roque (ver página 5), la Asociación de Obreros y Empleados Municipales (Aoem) establecerá un campamento provisorio en el espacio público lindante con el palacio comunal con el propósito de iniciar un proceso de resucitación gradual del aguante que el año pasado tanta mala sangre provocó a la intendenta capitalina. Las demandas son las mismas: aumento de sueldos, pase a planta de trabajadores contratados, normalización de los empleados en negro y cese de la intervención a la Caja Municipal de Préstamos.
Los mismos puntos fueron exigidos hasta el hartazgo por el gremio que conduce Gabriel Romero, hasta que meses atrás la intendenta accedió a conversar con los representantes sindicales para comprometerse a tomar las medidas demandadas. Las carpas se levantaron cuando comenzó a regularizarse el pago de salarios, pero las demás reivindicaciones permanecieron en la nebulosa de una negociación cuyo fracaso terminó de consumarse cuando el Ejecutivo ratificó la intervernción a la Caja y designó al frente de la gerencia a Raúl Simón, hombre de máxima confianza de Raúl Romero Feris pero muy resistido por las filas sindicales.
Así las cosas, con el diálogo cortado y los bolsillos vacíos, una reciente asamblea de delegados de la Aoem resolvió retornar a la lucha activa mediante una movilización que hoy recorrerá el centro capitalino hasta confluir en la intersección de las calles Mendoza y Mayo, donde serán levantados los toldos verdes que el año pasado cambiaron durante largos meses la fisonomía de tan coqueta esquina, remodelada durante la administración Tato en memoria del fallecido ex intendente Rubén Darío Casco.
“La idea es quedarnos un rato, desde las nueve hasta las 16, para dar el primer paso de nuestro regreso a la plaza. Después, siempre que no haya respuestas de las autoridades, iremos incrementando el tiempo de permanencia en el lugar hasta instalar las carpas por tiempo indeterminado”, explicó Gabriel Romero a EL LITORAL.
El dirigente aclaró que “nos estableceremos en la esquina del Municipio porque es el lugar donde naturalmente debemos reclamar a la patronal, pero sin olvidar que la recomposición de sueldos que exigimos depende en buena medida del aumento de la coparticipación municipal mediante cambios en la ley de presupuesto enviada por el gobernador (Ricardo) Colombi a la Legislatura”. Por eso “mantendremos los dos puestos de lucha: frente al Municipio pero también siguiendo de cerca el comportamiento de los diputados y senadores, y las decisiones que tome el gobernador en caso de que el presupuesto salga con modificaciones”, advirtió Romero.
Como ya hicieron los docentes de San Roque (ver página 5), la Asociación de Obreros y Empleados Municipales (Aoem) establecerá un campamento provisorio en el espacio público lindante con el palacio comunal con el propósito de iniciar un proceso de resucitación gradual del aguante que el año pasado tanta mala sangre provocó a la intendenta capitalina. Las demandas son las mismas: aumento de sueldos, pase a planta de trabajadores contratados, normalización de los empleados en negro y cese de la intervención a la Caja Municipal de Préstamos.
Los mismos puntos fueron exigidos hasta el hartazgo por el gremio que conduce Gabriel Romero, hasta que meses atrás la intendenta accedió a conversar con los representantes sindicales para comprometerse a tomar las medidas demandadas. Las carpas se levantaron cuando comenzó a regularizarse el pago de salarios, pero las demás reivindicaciones permanecieron en la nebulosa de una negociación cuyo fracaso terminó de consumarse cuando el Ejecutivo ratificó la intervernción a la Caja y designó al frente de la gerencia a Raúl Simón, hombre de máxima confianza de Raúl Romero Feris pero muy resistido por las filas sindicales.
Así las cosas, con el diálogo cortado y los bolsillos vacíos, una reciente asamblea de delegados de la Aoem resolvió retornar a la lucha activa mediante una movilización que hoy recorrerá el centro capitalino hasta confluir en la intersección de las calles Mendoza y Mayo, donde serán levantados los toldos verdes que el año pasado cambiaron durante largos meses la fisonomía de tan coqueta esquina, remodelada durante la administración Tato en memoria del fallecido ex intendente Rubén Darío Casco.
“La idea es quedarnos un rato, desde las nueve hasta las 16, para dar el primer paso de nuestro regreso a la plaza. Después, siempre que no haya respuestas de las autoridades, iremos incrementando el tiempo de permanencia en el lugar hasta instalar las carpas por tiempo indeterminado”, explicó Gabriel Romero a EL LITORAL.
El dirigente aclaró que “nos estableceremos en la esquina del Municipio porque es el lugar donde naturalmente debemos reclamar a la patronal, pero sin olvidar que la recomposición de sueldos que exigimos depende en buena medida del aumento de la coparticipación municipal mediante cambios en la ley de presupuesto enviada por el gobernador (Ricardo) Colombi a la Legislatura”. Por eso “mantendremos los dos puestos de lucha: frente al Municipio pero también siguiendo de cerca el comportamiento de los diputados y senadores, y las decisiones que tome el gobernador en caso de que el presupuesto salga con modificaciones”, advirtió Romero.
