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Presencia relevante en el progreso correntino

Por El Litoral

Martes, 01 de junio de 2004 a las 21:00
Por Dina Alicia Cocco (*)

El 3 de junio en la Argentina se conmemora el Día del Inmigrante Italiano. Esa fecha fue instituía por la Ley 24.561/95. Su objetivo es resaltar el papel especial de la italianidad en la formación del moderno Estado argentino sin menospreciar ni desconocer el aporte de las demás comunidades extranjeras en el desarrollo de nuestra patria. La elección de la fecha se debe a que ese día se conmemora el nacimiento de Manuel Belgrano, prócer argentino con ascendencia italiana.
Entre los fundamento de la ley se menciona la presencia italiana en la Argentina desde los albores de la nacionalidad y mucho antes si se piensa en la participación esencial que les cupo a los italianos en toda la época de los descubrimientos.
Cualquiera sea la época, en su gran mayoría vinieron para quedarse buscando trabajo y prosperidad material e intelectual. Algunos trajeron junto a su valija con pocas ropas, sus instrumentos de trabajos, pero lo que nadie había olvidado era el valor al trabajo y al estudio según lo demostraron sus vidas y las de sus descendientes.
El padre de Manuel Belgrano, Domingo Belgrano y Peri, había nacido en Oneglia en la Liguria. Con el propósito de buscar fortuna con el comercio viajó a Cádiz, donde tramitó y obtuvo la carta de naturaliazación y se estableció en Buenos Aires en 1759. Allí se casó con Manuela Josefa González Casero y tuvo once hijos: siete varones -que siguieron con honor las distintas carreras de las armas, del sacerdocio, de la magistratura y del comercio, ocupando ellos elevados puestos en la administración del estado y en las asambleas legislativas- y cuatro mujeres. Con respecto a él, Manuel Belgrano escribió en su Autobiografía: “La ocupación de mi padre fue la de comerciante, y como le tocó el momento del monopolio, adquirió riquezas para vivir cómodamente y dar a sus hijos la educación mejor de aquella época”. Recordemos la importancia que dio a la educación Manuel Belgrano desde el Consulado y el destino que le otorgó a su recompensa por el triunfo de Salta: cuarenta mil pesos para fundar cuatro escuelas.
Existe una realidad compartida por un número importante de descendientes de inmigrantes que es la falta de conocimientos sobre sus abuelos o bisabuelos europeos. La historiadora Lucía Gálvez en su libro “Historia de Inmigración” reproduce testimonios de inmigrantes de diversas nacionalidades que llegaron a la argentina entre 1850 y 1950 que nos ilustran sobre esta cuestión con inmigrantes italianos pertenecientes a esta época. Cada relato es único pero en todos ellos están presentes el trabajo, el ahorro, el sacrificio, la tenacidad, el afán de superación. El viaje a través del Atlántico y las escalas; la lectura del “manual del inmigrante italiano”; el equipaje de un “muratore” (albañil): una valija con pocas ropas y las herramientas de trabajo: la cuchara, el martillo y escoplo. La llegada al país: las dificultades del idioma; rendir libres las materias; el estudio y el trabajo; el ahorro del tranvía; las mujeres que cosían para grandes tiendas; los recuerdos de Italia: el trabajo de sol a sol pero con alegría agradeciendo los dones de la tierra y valorando lo que tenían; y los triunfos: el título de ingeniero, el título de médico, la casa propia.
En la provincia de Corrientes, los inmigrantes representaron sólo el 4% en el censo nacional de 1914 donde se registró la mayor cantidad de extranjeros en todo el país. De ellos el 9% era italiano. Aunque numéricamente menor, su presencia fue relevante: La Sociedad Italiana de Socorros Mutuos fundada en 1870 y desde 1882 denominada “Unione e Fratellanza”; su edificio inaugurado en 1889 en la calle Independencia (hoy Pellegrini); la Scuola d‘italiano “Dante Alighieri”; la Sociedad “Dante Alighieri”; la plazoleta Italia emplazada en la calle San Juan donde se halla el “Monumento a la Gloria” erigido por la colectividad italiana en el Centenario de la Independencia Argentina; la enseñanza del idioma italiano y la formación de profesores; y los edificios proyectados por el ingeniero Juan Col que nos rodean en la ciudad -Iglesia de La Cruz, Iglesia Santa Rita, Escuela Belgrano, Escuela Sarmiento, entre otros- y en localidades del interior de la provincia. Año tras años las conmemoraciones de la Creación de la República Italiana desde el 2 de junio de 1946 y el Día del Inmigrante Italiano desde el 3 de junio de 1996 ante el monumento a Belgrano -al pie del puente interprovincial que lleva su nombre- y en la plaza “Giovanni Col” en el barrio Pirayuí de esta ciudad o actos como el realizado el pasado 15 de mayo en la plazoleta Italia donde se descubrió una placa, en honor a Dante Alighieri, en el “Momento a la Gloria” son ejemplos de la presencia latente de la colectividad italiana en Corrientes.
En un trabajo inédito sobre la inmigración en el departamento de Goya -donde el censo de 1914 registró 733 inmigrantes italianos, lo que representaba la mayor cantidad en la provincia- se afirma que “...el descendiente de inmigrantes rurales ha conservado respecto del trabajo, el ahorro, la inversión y la propiedad, tendencias de sus mayores, y sólo gasta lo necesario, aprovecha todo lo que obtiene y produce..., invierte sus excedentes en bienes...”. Se reconocen las virtudes del italiano que estuvimos analizando a lo largo de este artículo. Lamentablemente menciona los escasos conocimientos que los descendientes de inmigrantes tiene de sus abuelos o bisabuelos europeos, situación compartida por un número importante de los descendientes de inmigrantes en esta ciudad, con algunas excepciones que incluyen a aquellos cuya labor tuvo reconocimiento público (algunos de ellos mencionados en el artículo del año pasado). “La sangre de esos viajeros y de los que llegaron siglos atrás, llenos de esperanza y de coraje, es la misma que corre por nuestras venas”. Esta frase de Lucía Gálves, en referencia a la importante acción desarrollada por los inmigrantes de todas las naciones en la formación de la Argentina moderna, donde la italiana tuvo un rol importante, nos representa a muchos. Corrientes también guarda una cantidad de testimonios que relatan la relación inmigrante italiano-trabajo-estudio. Que sea el Día del Inmigrante Italiano un día de recordación familiar sobre todo para las generaciones más jóvenes. Que pregunten, averigüen quiénes fueron sus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos cómo fue su vida en la provincia cómo trabajo para el bienestar, el progreso y sobre todo el estudio de sus descendientes.
Agradecimientos: al Presidente de la Sociedad Italiana de esta ciudad, Sr. Giuseppe Mezzi; a la Secretaria del Instituto Belgraniano filial Corrientes, Sra. Eloisa Chico de Arce y al Licenciado Enrique Deniri.

(*) Profesora y Licenciada en Historia.

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