Sin embargo, hasta hoy, no todos conocen bien lo que es y lo que hace la Misión Maronita en la Argentina. La designación de Maronita, viene por San Marón, el fundador de la misma, como San Francisco fundó la franciscana y San Ignacio de Loyola la Jesuita, etcétera. San Marón, fue un asceta, monje cristiano establecido en Antioquia, en la actual Siria. Murió en el año 410, con la aureola de Santo de múltiples milagros, siendo llamado ‘el grande, el sublime, el divino‘. Sus seguidores, construyeron un gran Monasterio para proseguir su obra, pero fueron perseguidos por los Monofisistas, Nestorianos y otros sectores. Una matanza de 350 discípulos del Santo varón, motivó la huida y dispersión de muchos. Un gran número de ellos se refugió en las montañas libanesas. Entre ellos estaba un gran predicador: Ibrahim. Allí, prosperaron vigorosamente, congregando a miles de fieles. Construyeron Iglesias y Monasterios.
En el Líbano surgió otro monje libanés, de nombre Juan Marón que también fue santificado. De entre los maronitas, fueron canonizados, además de San Marón y Juan Marón, San Charbel Makhluf, San Nesrala, Santa Rafka, y San Namtala Kassab, éste último canonizado recientemente, junto con San Luis Orione.
Actualmente, la Congregación Maronita cuenta con millones de fieles. En el Líbano, tiene bellas y numerosas Iglesias, Conventos y Colegios de merecidos prestigios. Es particularmente singular su formidable fuerza religiosa, y también su fortaleza política y económica. Puede decirse que el Líbano es la cuna de la Iglesia Maronita. Instalados en sus montañas, se constituyó en la más efectiva defensora de la Fe cristiana. El Maronismo no se reduce a una Iglesia ni a un territorio, es Universal, por su Fe Católica y su difusión por todo el mundo.
Desde la Independencia del Líbano, al proclamarse la República, un acuerdo de palabra entre los diversos grupos religiosos, estableció que el presidente debe ser de confesión Maronita. Actualmente, tal pacto de honor, que nunca fue quebrantado ni cuestionado, se ha incorporado a la Constitución libanesa. Las demás confesiones (unas 18), conviven en total armonía, y también participan del gobierno, demás de tener presencia en la Cámara de diputados.
Su beatitud, el Patriarca Maronita, Nasrallah Butros Sfeir, la máxima autoridad religiosa de los maronitas, del país y del exterior, tiene su residencia en la ciudad de Bkerke (Líbano), cercana a la importante Iglesia de San Pedro, una verdadera joya arquitectónica, no lejos de Harissa, lugar de una moderna Iglesia cuya edificación semeja un antiguo barco fenicio. Frente a ella, se eleva una torre con 101 escalones en espiral que conduce hasta la Virgen del Líbano. La Santa Madre, recibe allí, constantemente, a numerosos peregrinantes, cristianos y musulmanes que le rinden fervor religioso y, a la vez cosiste en una expresión de fidelidad patriótica, pues, los maronistas tienen mucho que ver en la conformación de la nacionalidad libanesa.
En Argentina, la Misión Maronita ha llegado hace más de cien años. Construyeron Iglesia y Colegio en Buenos Aires. Otra Iglesia se encuentra en Tucumán. Han misionado con éxito creciente. Recientemnete, en Buenos Aitres, se ha construído un nuevo templo, utilizando bloques de piedras trAÍdos desde el Líbano, para aplicar la arquitectura libanesa. La Iglesia fue inaugurada al cumplirse el centenario de la Misión en la Argentina (1901/2001).
Es interesante recordar que los Maronitas mantienen sus antiguos tiruales durante el desarrolo de la Santa Misa. Usan aún el incienso; pronuncian las palabras del Divino JesÚs en arameo, como lo decía El,. es decir, cuentan con matices que difieren de las habituales que conocemos. Al participar de tal oficio religioso, sentimos un fervor que levanta nuestro espíritu en forma inusitada. La ceremonia nos acerca a la sacralidad y regocija nuestros corazones en una sentida comunicación celestial, además de recordanos que nuetros padres y abuelos inmigrantes, se reconfortaban con esos rituales.
La estadía de los religiosos maronitas en nuestra ciudad es una nueva ocasión para conocerlos y escuchar la Santa Misa con el ritual maronita. Serán oficiadas en la Iglesia Jesúis Nazareno, en el hoario de las 10.30, el jueves 2 y el viernes de setiembre próximo. (G.Y.)