El Carnaval de Corrientes se mostró al país en casi todo su esplendor a través de la sintonía de Canal 7 de Buenos Aires que televisó en directo la tercera noche de desfile de comparsas y agrupaciones musicales en el Corsodrómo “Nolo Alías” de esta ciudad. La transmisión, generosa en espacio aunque de escaso nivel técnico y pobre producción, resultó un acierto de la organización para la difusión y promoción nacional de la fiesta de “Momo” cuando todavía quedan por delante tres fines de semana con corsos. La finalización del cronograma carnavalero está previsto para el domingo 26 de febrero con el desfile de las ganadoras.
La presencia de las cámaras de Canal 7 le dio un atractivo especial a la velada: las dos comparsas y la única agrupación musical que tuvieron oportunidad de actuar para la TV redoblaron esfuerzos para mejorar su rendimiento y lucir ante el gran público, el que estaba en el Corsódromo y los que seguían por la tele en distintos puntos de la geografía argentina. El lleno completo de las tribunas y la algarabía de la gente que acompañó el paso de los comparseros contribuyó a jerarquizar el espectáculo.
Por momentos el frenesí que se siente en el “Nolo Alías”, allí cerquita del ritmo infernal de los parches, logró llegar a los hogares a través de la pantalla chica. Pero fueron picos, no ocurrió todo el tiempo. Samba Total, fiel a su estilo, ofreció un número impecable -en lo artístico y lo musical- y fue la estrella del programa.
En el horario central de la transmisión -poco después de las 2 de la madrugada del domingo- la multicampeona Samba Total hizo bailar a miles de personas en el Corsódromo y mostró al país, a través de la tele, cómo se divierten sanamente los correntinos que hoy están en la mira de la prensa nacional empeñada por pintar un escenario de impunidad y zona liberada donde -supuestamente- manda el descontrol de los “hijos del poder”.
El único descontrol, sin embargo, fue el de los cuerpos contorneandose con la música que invita a moverse, a bailar a saltar. Lo mejor de la noche, en la televisión, fue la actuación de Samba Total. Previamente había desfilado Sapucay con la solvencia acostumbrada. Mucho lujo en los trajes, gran despliegue de cuadros coreográficos y bellísimas chicas, además de unos apolíneos jóvenes con diminutos taparrabos adornaron la transmisión, que lamentablemente tuvo algunos puntos flacos.
Sapucay ayudó a crear el ambiente de fiesta en la TV para la llegada de la “Aplanadora Musical” (Samba Total), luego fue el turno de Arandú Beleza, que pese a ser debutante aprobó el examen. Ara Berá -que cerró la noche de corso- no tuvo espacio en la programación y no salió al aire.
La televisación comenzó poco antes de la 1 del domingo. Antes, aproximadamente desde las 22,30 el Canal estatal fue preparando el clima carnavalero con flashes en directo desde el Corsódromo correntino mientras desfilaban otras agrupaciones musicales. La conducción estuvo a cargo de Edith Hermida y Ricardo Seronero, dos enviados porteños que resolvieron con un estilo informal y desacartonado la difícil misión de contar un espectáculo que resulta complejo de relatar solo con palabras sin caer en frases hechas y adjetivaciones empalagosas.
Los conductores, admitieron (sin decirlo abiertamente) que pisaban un terreno desconocido y optaron por intervenciones breves, reportajes sencillos y economía de discurso dejando que la imagenes hablaran por ellos, allí fue donde trastabilló la puesta en pantalla. Los camarografos no siempre acertaban con los planos y la impericia del director de cámaras para “ponchar” escenas (pasistas o cuadros de bailarines) que ameritaban más tiempo en el aire impidió que el espectáculo llegara al televidente en todo su esplendor.
Planos abiertos de la pista con grandes espacios vacíos (la distancia que se genera entre un grupo y otro), carros tomados desde muy lejos, imagenes que no coincidían con el relato o cámaras enfocando al piso fueron algunos descuidos que se filtraron a la pantalla. Durante el paso de Samba Total no lograron aprovechar en plenitud el “feedback” (ida y vuelta) que se produce con el público en la tribuna.
Así y todo, gracias al entusiasmo que pusieron los conductores algunos baches y tropiezos -propios de una transmisión en directo- se superaron con hidalguía. Los enviados, Edith Hermida y Ricardo Seronero, fueron por momentos tan protagonistas como los propios artistas. La chica bailó todo el tiempo y con todas las comparsas, su frescura compensó el exceso de exposición ante las cámaras. En tanto, su compañero, más sobrio, salió airoso de algunos bretes, por ejemplo cuando fue víctima de una guerra de nieve en la tribuna y terminó transformado en una suerte de “yeti” con una bola de espuma que le tapaba la cara.
Edith y Ricardo se divirtieron y esa sensación se tradujo a la pantalla. A la hora del trabajo, a largo de más de 120 minutos de transmisión en vivo reportearon a José “Pepe” Fernández Affur, Alberto Massoni, un representante de la Subsecretaría de Turismo de la Provincia, al viceintendente Agustín Payes, a varias personas del público (algunos turistas) y por supuesto a los comparseros. Una agraciada pasista de Sapucay hasta tuvo oportunidad de mandar saludos al aire a uno de los productores del Canal.
Informalidad y mucha espontaneidad fueron el denominador de una transmisión que tuvo pasajes de alta calidad y sin duda contribuye a la promoción del Carnaval, pese a que el envío fue de trasnoche, lejos del horario central de la televisión. No faltó, por supuesto, la mención, repetida varias veces, a la Secretaría de Turismo de la Nación, que organizadores y funcionarios correntinos (entrevistados) se encargaron también de resaltar.
La televisación se completó con spot publicitarios (en los cortes) de Corrientes, en el que se muestran imagenes de atractivos turísticos de la provincia que estrenó nuevo slogan: “Naturalmente divertida”. Los conductores además reforzaron con una persistente frase: “El carnaval del país está aquí”.
Así, transcurrieron más de dos horas de pura promoción de la provincia. Todo comenzó con el tradicional grito del flaco Juan Carlos Cosarinsky.... “Aquí Corrientes, capital nacional del carnaval argentino” y finalizó con la escuela de samba de Arandú Beleza, encabezada por Horacio (Calandria) Román con el tema: “La Tortuga”.
“Cuando yo canto y bailo...”. Lo vio el país por la televisión.
La presencia de las cámaras de Canal 7 le dio un atractivo especial a la velada: las dos comparsas y la única agrupación musical que tuvieron oportunidad de actuar para la TV redoblaron esfuerzos para mejorar su rendimiento y lucir ante el gran público, el que estaba en el Corsódromo y los que seguían por la tele en distintos puntos de la geografía argentina. El lleno completo de las tribunas y la algarabía de la gente que acompañó el paso de los comparseros contribuyó a jerarquizar el espectáculo.
Por momentos el frenesí que se siente en el “Nolo Alías”, allí cerquita del ritmo infernal de los parches, logró llegar a los hogares a través de la pantalla chica. Pero fueron picos, no ocurrió todo el tiempo. Samba Total, fiel a su estilo, ofreció un número impecable -en lo artístico y lo musical- y fue la estrella del programa.
En el horario central de la transmisión -poco después de las 2 de la madrugada del domingo- la multicampeona Samba Total hizo bailar a miles de personas en el Corsódromo y mostró al país, a través de la tele, cómo se divierten sanamente los correntinos que hoy están en la mira de la prensa nacional empeñada por pintar un escenario de impunidad y zona liberada donde -supuestamente- manda el descontrol de los “hijos del poder”.
El único descontrol, sin embargo, fue el de los cuerpos contorneandose con la música que invita a moverse, a bailar a saltar. Lo mejor de la noche, en la televisión, fue la actuación de Samba Total. Previamente había desfilado Sapucay con la solvencia acostumbrada. Mucho lujo en los trajes, gran despliegue de cuadros coreográficos y bellísimas chicas, además de unos apolíneos jóvenes con diminutos taparrabos adornaron la transmisión, que lamentablemente tuvo algunos puntos flacos.
Sapucay ayudó a crear el ambiente de fiesta en la TV para la llegada de la “Aplanadora Musical” (Samba Total), luego fue el turno de Arandú Beleza, que pese a ser debutante aprobó el examen. Ara Berá -que cerró la noche de corso- no tuvo espacio en la programación y no salió al aire.
La televisación comenzó poco antes de la 1 del domingo. Antes, aproximadamente desde las 22,30 el Canal estatal fue preparando el clima carnavalero con flashes en directo desde el Corsódromo correntino mientras desfilaban otras agrupaciones musicales. La conducción estuvo a cargo de Edith Hermida y Ricardo Seronero, dos enviados porteños que resolvieron con un estilo informal y desacartonado la difícil misión de contar un espectáculo que resulta complejo de relatar solo con palabras sin caer en frases hechas y adjetivaciones empalagosas.
Los conductores, admitieron (sin decirlo abiertamente) que pisaban un terreno desconocido y optaron por intervenciones breves, reportajes sencillos y economía de discurso dejando que la imagenes hablaran por ellos, allí fue donde trastabilló la puesta en pantalla. Los camarografos no siempre acertaban con los planos y la impericia del director de cámaras para “ponchar” escenas (pasistas o cuadros de bailarines) que ameritaban más tiempo en el aire impidió que el espectáculo llegara al televidente en todo su esplendor.
Planos abiertos de la pista con grandes espacios vacíos (la distancia que se genera entre un grupo y otro), carros tomados desde muy lejos, imagenes que no coincidían con el relato o cámaras enfocando al piso fueron algunos descuidos que se filtraron a la pantalla. Durante el paso de Samba Total no lograron aprovechar en plenitud el “feedback” (ida y vuelta) que se produce con el público en la tribuna.
Así y todo, gracias al entusiasmo que pusieron los conductores algunos baches y tropiezos -propios de una transmisión en directo- se superaron con hidalguía. Los enviados, Edith Hermida y Ricardo Seronero, fueron por momentos tan protagonistas como los propios artistas. La chica bailó todo el tiempo y con todas las comparsas, su frescura compensó el exceso de exposición ante las cámaras. En tanto, su compañero, más sobrio, salió airoso de algunos bretes, por ejemplo cuando fue víctima de una guerra de nieve en la tribuna y terminó transformado en una suerte de “yeti” con una bola de espuma que le tapaba la cara.
Edith y Ricardo se divirtieron y esa sensación se tradujo a la pantalla. A la hora del trabajo, a largo de más de 120 minutos de transmisión en vivo reportearon a José “Pepe” Fernández Affur, Alberto Massoni, un representante de la Subsecretaría de Turismo de la Provincia, al viceintendente Agustín Payes, a varias personas del público (algunos turistas) y por supuesto a los comparseros. Una agraciada pasista de Sapucay hasta tuvo oportunidad de mandar saludos al aire a uno de los productores del Canal.
Informalidad y mucha espontaneidad fueron el denominador de una transmisión que tuvo pasajes de alta calidad y sin duda contribuye a la promoción del Carnaval, pese a que el envío fue de trasnoche, lejos del horario central de la televisión. No faltó, por supuesto, la mención, repetida varias veces, a la Secretaría de Turismo de la Nación, que organizadores y funcionarios correntinos (entrevistados) se encargaron también de resaltar.
La televisación se completó con spot publicitarios (en los cortes) de Corrientes, en el que se muestran imagenes de atractivos turísticos de la provincia que estrenó nuevo slogan: “Naturalmente divertida”. Los conductores además reforzaron con una persistente frase: “El carnaval del país está aquí”.
Así, transcurrieron más de dos horas de pura promoción de la provincia. Todo comenzó con el tradicional grito del flaco Juan Carlos Cosarinsky.... “Aquí Corrientes, capital nacional del carnaval argentino” y finalizó con la escuela de samba de Arandú Beleza, encabezada por Horacio (Calandria) Román con el tema: “La Tortuga”.
“Cuando yo canto y bailo...”. Lo vio el país por la televisión.
