Se trata de los integrantes de la Fundación María Cristina Abrego, que luego de un prolongado espacio de ausencia volvieron al Chaco para atender a los aborígenes del barrio toba. Desde muy temprano, tanto niños como adultos, formaron una extensa fila frente al edificio de la Cooperativa de Trabajo Albaloopi Ltda, situada en Pasaje Wainolek Nº 110 y ruta nacional 11 Kilómetro 1005, para recibir la atención de los médicos -en forma gratuita- en una jornada asistencial que se prolongó hasta pasadas las 18.
Cabe recordar que la mencionada entidad fue fundada años atrás con el objetivo de promover y colaborar en la formación integral del hombre, para el mejoramiento de la familia y de la comunidad en situación de riesgo posible. Por ello, para atender la salud de los más necesitados, en esta oportunidad los profesionales cruzaron el charco hacia la vecina localidad para asistir a la comunidad toba que allí reside que tantas necesidades sanitarias padece.
Así las cosas, el área de Salud, Rehabilitación y Asistencia Social de la mencionada asociación, presidida por el doctor Juan Carlos Benítez Suárez, atendió a cientos de aborígenes que se agolparon en el edificio de la cooperativa.
El trabajo sanitario fue realizado por el equipo “Solidaridad y Salud”, integrado por profesionales médicos, odontólogos, paramédicos, profesionales y técnicos en diferentes áreas y jóvenes estudiantes universitarios, quienes llevaron una provisión completa de medicamentos; vacunación antigripal a personas mayores y realizaron el control del estado nutricional de los niños y mujeres embarazadas, entregando además ropas y alimentos no perecederos.
Con respecto a la atención odontológica, consistió en detección e inactivación de caries y extracciones, como también la motivación en el paciente sobre la importancia de una buena salud bucal. Además se interiorizaron sobre la situación social de cada uno de los pacientes y los problemas que reclaman acciones urgentes, como falta de agua potable, de energía eléctrica, entre otros.
Cabe mencionar que esta no es la primera visita de estos profesionales correntinos a la comunidad aborigen que se encuentra en el Chaco. En otras oportunidades ya tuvieron la oportunidad de atenderlos y proveerles de medicamentos, asistencia y alimentos. Idéntica tarea los médicos realizan en zonas de la periferia de esta ciudad, como por ejemplo entre los pobladores de Punta Taitalo. De esta manera, esta organización civil sin fines de lucro es un paliativo asistencial para muchas personas que cerca de sus hogares no tienen un centro de atención primaria de la salud y que por sus escasos recursos no pueden movilizarse hacia los hospitales públicos.