Sobre la calle Mariano I. Loza se instalaron 24 columnas de dos brazos, con dos farolas cada una, y otras doce columnas con igual cantidad de farolas, forjadas en hierro fundido de estilo colonial se ubicaron en todo el perímetro de la Costanera de Goya. Según informaron desde el Municipio goyano, en una próxima etapa se colocarán bancos y otros elementos para mejorar la estética del barrio Costanera.
En primer lugar, el ex presidente de la Comupe, Samuel “Quique” Cáneva, hizo una reseña del trabajo realizado en las recientes ediciones del evento y mencionó la inquietud que había tenido desde el inicio de su gestión para “mejorar algunos aspectos de nuestra fiesta mayor”. Esas ideas le fueron presentadas al intendente Ignacio Osella, pero como la Comupe no tenía fondos en ese entonces “tuvimos que esperar estos dos años, con esta gestión que se vio reflejada en un superávit que lo hicimos entre todos los goyanos”, relató Cáneva. Finalmente, el ex dirigente de la comisión pesquera agradeció a la Municipalidad de Goya, y también a la empresa que colocó las columnas de hierro fundido con las farolas.
Luego, el recientemente electo presidente de la Comupe y viceintendente de Goya, Rubén Darío Bassi, reconoció el trabajo realizado por la comisión anterior de la que fue miembro él mismo y señaló que “hicieron posible que nos cayera la ficha y que entendamos que no se pueden realizar espectáculos de calidad si es que no hay un aporte de todos”.
Asimismo, el funcionario sostuvo que "no solamente se han podido realizar las dos ediciones más exitosas de la Fiesta Nacional del Surubí sino que con ese superávit se puede devolver a los goyanos, y especialmente a los vecinos del barrio Costanera, y compensar las molestias ocasionadas. Esta es la manera que la Comisión quiso decirles gracias a los vecinos", enfatizó Bassi.
Momentos después, las autoridades municipales junto a Samuel Cáneva, acompañado del obispo Ricardo Faifer, se acercó a una columna de alumbrado público donde se había instalado una llave eléctrica, y procedió a encender por primera vez el flamante sistema lumínico.