La tendencia de los cines de Corrientes que debieron cerrar sus puertas para transformarse en otra clase de emprendimientos inició en la calle Junín, en la década del 90. Se despedía de la peatonal el “Rex”, una sala de generosas dependencias que cedió su lugar a la segunda gran tienda que desembarcó en Corrientes por aquellos años, Castellanas.
Poco antes, otro gigante textil, Balbi, ocupaba el salón donde otrora se instaló el epicentro de la actividad comercial vernácula, el supermercado Iñíguez, hoy desaparecido.
Mientras, se resistía a dar su última función el otro gran cinematógrafo de la ciudad, el Cine y Teatro Corrientes, a cincuenta metros de Junín, sobre la calle Córdoba. Pero llegó la hora final y del abandono de un comienzo, la sala pasó a ser una de las disquerías más grandes que se recuerde, Musimundo, que con la crisis de fines de los 90 y comienzos de 2000, debió marcharse al paso que hacían su ingreso arrasador en las economías domésticas los bonos Cecacor.
Era 2001 y al Corrientes le siguieron tres años sombríos, en los que su fachada fue un recodo oscuro y poco aséptico del microcentro capitalino. En 2004 le llegó un nuevo lavado de cara.
Por entonces desembarcó en Corrientes una de las tienda con más tradición en el país: Galver, que en la provincia tiene presencia desde 1954 con un generoso salón de ventas ubicado en el centro de Goya y que no pierde vigencia.
Aquísin embargo, Galver debió hacerse un lugar en la difícil plaza textil, compitiendo con dos viejos hacedores de ofertas. Una puja que en diciembre pasado llegó a su fin. Cerró sus puertas con una liquidación total y nuevamente dejó vacío al viejo cine Corrientes.
Fue quizá la sucursal menos prolífica de la cadena de tiendas, ya que sus antecedentes hablan de una tradición que inicia a fines del siglo pasado, con locales en Buenos Aires, San Luís, Catamarca, San Juan, Mendoza y Pisadas, que datan de la década del 20 inclusive.
Destino
Mientras aun resuena el cierre definitivo de las puertas del Cine Colón, en la calle 9 de Julio, la sala de la calle Córdoba ante su nuevo vaciamiento fue materia de varias versiones. Se dijo en los inicios de diciembre que pasaría a convertirse en una especie de supermercado de artículos del hogar. Habría de aterrizar en Corrientes Easy, un gigante de capitales germanos-chilenos que llegó a la Argentina en 1993 y hoy cuenta con locales en diez provincias, además de Buenos Aires.
El rumor sigue siendo nada más que un trascendido, incluso la empresa, en contacto con El Litoral, no confirmó su llegada a esta capital. Y en su página web no hay información al respecto.
Mientras, el Corrientes continúa su descanso, sin butacas ni perchas de ofertas.