Por Juan Carlos Raffo
El 5 de octubre de 1829 el Congreso Provincial sancionó la ley que ordenaba la fundación de Monte Caseros, que por entonces se llamaba Paso de los Higos. Recomendó el cuerpo legislativo al gobernador Pedro Dionisio Cabral a que urgiera los trámites y éste ordenó el día 22 del mismo mes la compra de las herramientas necesarias para las instalaciones y construcciones (palas, picos, etc., que insumieron la suma de 206 pesos). El contingente de gente para los trabajos llegó al sur provincial bajo las órdenes del agrimensor Santiago Achinelli, para mensurar el pueblo y dar así acción al decreto de fundación Nº 239.
Llevando adelante la sanción legislativa el gobernador dispuso el 23 de noviembre de 1829 que el coronel López y el comandante Ledesma trasladasen al agrimensor Achinelli a Paso de los Higos para que elija el lugar del emplazamiento.
Establecido y delineado el pueblo de Paso de los Higos aumentó de importancia con el decreto del gobernador del 3 de julio de 1830, al disponerse que las mercaderías provenientes de la Banda Oriental debían entrar sin excepción por Paso de los Higos y conducirse por el camino que iba a Curuzú Cuatiá con el objeto de fijarse los impuestos correspondientes. El 21 de junio de 1838 se habilitó totalmente el puerto para las exportaciones e importaciones en general, en época del bloqueo francés. Cuando Berón de Astrada se levanta contra Rosas, Paso de los Higos fue el único puerto activo de la provincia.
El 2 de marzo de 1856, cuando la Legislatura por ley creó el Departamento le impuso la denominación de Monte Caseros, en homenaje a la histórica batalla en que el Ejército Grande derrota a Rosas el 3 de febrero de 1852. El pueblo se levantó sobre el campo denominado Rincón de San Miguel, propiedad del general Benjamín Virasoro, quien fue gobernador de 1847 a 1852.
Por ley del 2 de marzo de 1858 se creó el departamento de Monte Caseros, adoptando el mismo nombre el pueblo de Paso de los Higos, y por decreto del 22 de agosto del año siguiente se proveyó a la venta de solares y chacras la Municipalidad requirió en 1870 los servicios del agrimensor Wybert y el contrato se prolongó hasta 1875, realizándose las operaciones de mensura el 1º de agosto de 1875, con la delineación de chacras y solares.
“Si la Argentina entra en guerra Corrientes le va a ayudar...”: esta frase queda acuñada en la historia nacional a partir de los triunfos casi exclusivamente correntinos obtenidos en Ñaembé y Siete Arboles luego que el presidente Sarmiento ordenara derrotar a la sublevación del caudillo entrerriano Ricardo López Jordán. Corrientes contribuyó en su propia tierra a pacificar la Nación; de allí la histórica frase: Si Argentina entra en guerra Corrientes la va a ayudar.
Este capítulo tuvo su culminación en Monte Caseros, donde tropas desprendidas de Ñaembé y Siete Arboles al mando del capitán Severo Duarte, Jordanista, comete una serie de asaltos y tropelías en la población incipiente de la villa montecasereña y allá salen en su búsqueda el coronel Luciano Cáceres, hijo de Nicanor Cáceres, que merodeaba por las cercanías prendiendo al infractor y su gavilla. El jefe del pueblo, coronel Villalba, procedió a su juzgamiento y lo ejecutaron a Duarte en la plaza principal frente a la capilla.
Por ley Nº 920 del 28 de diciembre de 1940 se atribuyó a este municipio el gobierno de una comuna autónoma.
El 5 de octubre de 1829 el Congreso Provincial sancionó la ley que ordenaba la fundación de Monte Caseros, que por entonces se llamaba Paso de los Higos. Recomendó el cuerpo legislativo al gobernador Pedro Dionisio Cabral a que urgiera los trámites y éste ordenó el día 22 del mismo mes la compra de las herramientas necesarias para las instalaciones y construcciones (palas, picos, etc., que insumieron la suma de 206 pesos). El contingente de gente para los trabajos llegó al sur provincial bajo las órdenes del agrimensor Santiago Achinelli, para mensurar el pueblo y dar así acción al decreto de fundación Nº 239.
Llevando adelante la sanción legislativa el gobernador dispuso el 23 de noviembre de 1829 que el coronel López y el comandante Ledesma trasladasen al agrimensor Achinelli a Paso de los Higos para que elija el lugar del emplazamiento.
Establecido y delineado el pueblo de Paso de los Higos aumentó de importancia con el decreto del gobernador del 3 de julio de 1830, al disponerse que las mercaderías provenientes de la Banda Oriental debían entrar sin excepción por Paso de los Higos y conducirse por el camino que iba a Curuzú Cuatiá con el objeto de fijarse los impuestos correspondientes. El 21 de junio de 1838 se habilitó totalmente el puerto para las exportaciones e importaciones en general, en época del bloqueo francés. Cuando Berón de Astrada se levanta contra Rosas, Paso de los Higos fue el único puerto activo de la provincia.
El 2 de marzo de 1856, cuando la Legislatura por ley creó el Departamento le impuso la denominación de Monte Caseros, en homenaje a la histórica batalla en que el Ejército Grande derrota a Rosas el 3 de febrero de 1852. El pueblo se levantó sobre el campo denominado Rincón de San Miguel, propiedad del general Benjamín Virasoro, quien fue gobernador de 1847 a 1852.
Por ley del 2 de marzo de 1858 se creó el departamento de Monte Caseros, adoptando el mismo nombre el pueblo de Paso de los Higos, y por decreto del 22 de agosto del año siguiente se proveyó a la venta de solares y chacras la Municipalidad requirió en 1870 los servicios del agrimensor Wybert y el contrato se prolongó hasta 1875, realizándose las operaciones de mensura el 1º de agosto de 1875, con la delineación de chacras y solares.
“Si la Argentina entra en guerra Corrientes le va a ayudar...”: esta frase queda acuñada en la historia nacional a partir de los triunfos casi exclusivamente correntinos obtenidos en Ñaembé y Siete Arboles luego que el presidente Sarmiento ordenara derrotar a la sublevación del caudillo entrerriano Ricardo López Jordán. Corrientes contribuyó en su propia tierra a pacificar la Nación; de allí la histórica frase: Si Argentina entra en guerra Corrientes la va a ayudar.
Este capítulo tuvo su culminación en Monte Caseros, donde tropas desprendidas de Ñaembé y Siete Arboles al mando del capitán Severo Duarte, Jordanista, comete una serie de asaltos y tropelías en la población incipiente de la villa montecasereña y allá salen en su búsqueda el coronel Luciano Cáceres, hijo de Nicanor Cáceres, que merodeaba por las cercanías prendiendo al infractor y su gavilla. El jefe del pueblo, coronel Villalba, procedió a su juzgamiento y lo ejecutaron a Duarte en la plaza principal frente a la capilla.
Por ley Nº 920 del 28 de diciembre de 1940 se atribuyó a este municipio el gobierno de una comuna autónoma.
