En este contexto, la llegada de la empresa Global Agricultural Resource (GAR), de capitales suizo-británicos, a esta parte del territorio argentino es motivo de alegría. Es que GAR firmó un convenio con la Cooperativa Agrícola Juventud Unida Limitada de Tatacuá para lograr, en cinco años, la instalación de 20 mil hectáreas con cultivo de tártago en la zona norte de la provincia.
Esto representa un nuevo impulso al desarrollo de cuencas productoras de tártago en Tatacuá y Goya que asegurarán la provisión de semillas para la instalación de una industria destinada a producir aceite con destino a biodiesel, con una ganancia estimada de 60 millones de pesos anuales.
Asimismo la compañía suiza que produce biocombustibles sólo con cultivos no destinados al consumo humano, se encuentra en tratativas con la Cooperativa Agropecuaria Buena Vista Limitada del Departamento Goya para el desarrollo de una cuenca similar en el sur de Corrientes.
En la implementación del proyecto, la firma contaría con el apoyo del Ministerio de Producción y de los municipios de las zonas productoras, lo que posibilitará una adecuada preparación de los suelos en los que generarían una ganancia estimada de 60 millones de pesos anuales.
El agotamiento de las reservas petrolíferas y la necesidad de preservar el medio ambiente llevan a que el biodiesel se convierta en una de las alternativas en materia de combustibles en un país que está en condiciones de producir.
Al mismo tiempo, el tártago cumple un doble efecto de limpieza en el medio ambiente ya que las plantas absorben naturalmente altos niveles de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y reduce la emisión de CO2 de los motores que lo utilizan, disminuyendo el efecto invernadero y la polución.