Una imagen vale más que mil palabras. Nunca más merecido desarrollar un prólogo en estos términos. Con la fotografía de lo que fue el “Hospital San Juan de Dios”, porque en el mismo sitio en que alivió tantas enfermedades este nosocomio, metros más metros menos, tras su demolición, se levantó simultáneamente en escasos nueve meses el imponente Hotel de Turismo.
Casi con el desmoronamiento de sus escombros emergía la mole de cemento, hierro, piedra y madera, que terminó siendo uno de los centros de turismo más pintoresco del país y la región.
Fue una decisión nacional que encontró igual entusiasmo en los gobernantes correntinos. Tanto es así que una gestión de signo contrario a la nacional fue la que recibió con beneplácito la iniciativa y su sucesora, no precisamente en términos electorales, fue la que lo concluyó con una rapidez realmente sorprendente.
La iniciativa había sido del Vicepresidente de la Nación, el correntino Juan Hortensio Quijano, quien secundó en la fórmula al Presidente Juan Domingo Perón. En tanto el gobernador de Corrientes era el radical Blas Benjamín de la Vega.
El doctor Quijano no reparó en el signo partidario del mandatario provincial y decididamente actuó en beneficio de la ciudad Capital. Aunque lo paradojal fue, que por razones “estrictamente políticas”, al poco tiempo fue intervenida federalmente la Provincia y resultó Interventor Federal el general Juan Filomeno Velazco, quien terminaría la obra.
Es cierto que hay mucho más por analizar sobre el suceso institucional enunciado, pero también es cierto que la obra es una realidad y sobre ella es que afortunadamente nos podemos ocupar sesenta años después.
La idea ancestral
Corría el año 1936 y nacía por entonces la idea de construir un Hotel de Turismo, aunque la denominación era Hotel de Casinos.
El gobernador de Corrientes era Juan Francisco Torrent, y lo acompañó en la fórmula como vicegobernador Pedro Cremonte.
En ese año 1936 el gobernador Torrent impulsa un Proyecto de Ley que es tratado por ambas cámaras rápidamente y se sanciona el 30 de septiembre: Ley Nº 731 “Hotel Casino”.
La Ley decía no menos de 100 habitaciones y Salas de Lectura y un Casino para todo juego. Señalaba los fundamentos del proyecto: “Debe ser como los mejores del país y debe estar terminado a los 2 años de otorgada la concesión. El término de la concesión será de 30 años.
La Concesión entregará de su producido total el 5% al Consejo de Educación y el 5% a la Municipalidad para mantenimiento de hospitales.
Se llegó hasta a adquirir el terreno sobre la Avenida Costanera para ejecutar la obra. La idea no prosperó por ese camino, y entonces el Intendente Municipal, doctor Elías Abad, llevó adelante el proyecto, disponiendo el Concejo Deliberante por ordenanza la construcción del edificio en el terreno comprado por el Gobierno provincial.
Se adjudicó la obra a la empresa Necoletti Hermanos, por un total de 1.000.000 de pesos. Pero el emprendimiento entro en un terreno de demoras y en algunos casos de objeciones, y lo sorprendió la Intervención Federal a la Provincia decretada por el presidente Ramón S. Castillo el 5 de octubre de 1942, interrumpiéndose la ejecución.
Distintos gobiernos municipales y provinciales anunciaron ejecutar la obra, pero ninguno se decidía, hasta que el Vicepresidente de la República, el correntino Juan Hortensio Quijano, alienta la posibilidad y se empeña en concretarlo.
El Presidente Perón impulsa en el marco de su Plan Quinquenal la construcción de diversos hoteles de turismo, y entre ellos, incluye a Corrientes entre las provincias adjudicatarias del proyecto.
El doctor Quijano es el verdadero impulsor de la obra y estaba en el Gobierno de Corrientes el doctor Blas Benjamín de la Vega, radical y por ende, el único gobernador no peronista de entonces, lo que llevó al poder central a intervenir la Provincia.
Esto no paró el proyecto, por el contrario, quien es designado interventor federal, el general esquinense Juan Filomeno Velazco, ejecuta la obra con toda decisión. Pero lo hace en un nuevo terreno, ya que se desestimó el anteriormente adquirido por el gobierno de Torrent en 1936.
En septiembre de 1947 asumió el general Velazo la Intervención y tuvo a su cargo la rapidísima construcción que concluyó su tarea en poco más de un año.
Los terrenos aledaños fueron declarados de utilidad pública y sujetos a expropiación por el Decreto 8.937, del 30 de marzo de 1948, con excepción del lote 5 Manzana 115 asignado a la Empresa de Agua y Energía Eléctrica. $ 1.000.000 de pesos significó la expropiación.
Finalmente, el sábado 17 de julio, se inaugura con un gran acto, al que asistió el Vicepresidente Quijano y por supuesto, el Interventor Federal general Juan Filomeno Velazco, todo su gabinete y vecinos de la ciudad, aunque muchos no concurrieron por razones que derivaban de la intervención federal, al estar con los ánimos aún muy resquebrajados.
“Ha comenzado ya a funcionar una de las obras de mayor importancia y que más reclamara el Progreso de nuestra capital, abriéndose con ello una etapa que, suponemos será positiva y de gran beneficio para el turismo, la cultura y la economía de la ciudad de Corrientes.
La fiesta de inauguración
Llegó un gran barco repleto de turistas porteños, de proa a popa y de babor a estribor. El vapor Bruselas. Fue recibido por la Banda de Policía.
Se bendijo las instalaciones en horas de la tarde y a la noche se sirvió una cena y posteriormente un baile marcó el final de la inauguración.
Los pasos siguientes
El 14 de abril de 1969 se traspasó de la orbita nacional a la Provincia. Eran 14.218 metros cuadrados. Y también se traspasaron a la Provincia de Corrientes los terrenos aledaños que fueron declarados de utilidad pública y sujetos a expropiación.
PRIVATIZACIÓN. El 20 de abril de 1979 el Gobernador Gómez Centurión mediante un decreto ley determinó la venta de los Hoteles de Turismo. Se fija el Hotel de Capital en 2.306.571.303, comprendiendo mueble e inmuebles.
Se adjudica la concesión al doctor Carlos Federico Hinckelman Villegas de acuerdo al decreto Nº 2.480/79. En tanto, por Decreto 1.558/82 posteriormente se deja sin efecto la privatización efectuada.
Luego por Decreto Nº 3.583/85 se dispone la habilitación del Hotel bajo la dependencia de la secretaría General de la Gobernación. Más tarde, el Decreto Nº 205/92 transfiere el Hotel al área del Ministerio de Hacienda y Finanzas y por Decreto Nº 3.295/94.
En 1994 hubo un intento de privatización por Decreto Nº 3.295/94 y finalmente continuó el Hotel en manos de la administración provincial, cuya situación se mantiene hasta nuestros días.