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Daniel Passarella, de “Kaiser” a mendigo

Por El Litoral

Sabado, 02 de julio de 2011 a las 21:00
por Dr. León Horacio Gutnisky

Ante todo quiero aclarar que soy hincha de River Plate, pero me avergüenzan las actitudes del Presidente del Club, Daniel Passarella, al que le tendríamos que recordar las palabras, que la madre le dijo al Sultan de Granada, que debió dejar la ciudad tras una batalla a los Reyes Católicos en 1492: “No llores como mujer cuando no supiste luchar como hombre”, según reza una piedra a la salida de Granada.-(hoy esta cuestión de sexos está superada)
Estamos cansados de dirigentes que lloran, cuando lo que tienen que hacer es guardar su dolor y gobernar o administrar o dirigir bien a las instituciones que se les confieren a su mando.
Passarella dijo hace unos pocos días que lloró mucho cuando River perdió la categoría, pero se hubiera acordado antes de ese partido de impartir las instrucciones que estaban a la vista que debían ser adoptadas, después de un fracaso tras otro, y ahora nos sorprende diciendo que “ahora tengo que pensar y analizar”, (ya es tarde) y nos sorprende más aún cuando al responder a la pregunta “por el descuento de puntos”, responde “por eso voy a pedir una audiencia a la Presidenta” y remata refiriéndose a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, “le pido que me reciba para ver cómo podemos solucionar el tema de la violencia, los incidentes y una hipotética quita de puntos a River, ella es la única persona capacitada e inteligente. Si hasta pidió un aplauso para River cuando presentó a su candidato a vicepresidente”
Señor, Passarella. Estamos en plena campaña electoral, y no tiene derecho a identificar a River con un/a candidato/a a la Presidencia en octubre, sea Cristina, Alfonsín, Binner o Carrio. Usted se olvidó que tenía el apodo de Kaiser, por su prestancia y autoridad en la cancha, y ahora pasa a ser mendigo del favor presidencial, para que defienda a una institución orgullo del país.
Los riveristas queremos que nuestro equipo gane los puntos en la cancha, no esperar el favor presidencial, ni que nos defienda el Jefe de Gabinete, ni con amenazas a los árbitros.
La crónica nos dice que Aníbal Fernández, Jefe de Gabinete, se mostró en desacuerdo con que sancionen a River por los graves disturbios en el partido contra Belgrano de Córdoba.
¿Por qué no dejar que las cosas se resuelvan en su propio ámbito? ¿Que tiene que hacer el Gobierno opinando si debe jugarse con público o sin público, contrariando la opinión de los expertos, o aplaudiendo a uno u otro equipo? ¡O como Macri es de Boca, y el enfrentamiento con él es bravo y continuo hay que salvar a River ¡.
Muchas gracias, señora Presidenta por pedir un aplauso para River y también gracias al Jefe de Gabinete por defender al Club, pero por favor no mezclemos el fútbol ni los deportes con la Política.
Dejemos que se apliquen la ley y los reglamentos propios de cada actividad sea para salvar o condenar a un grande o a un chico (me refiero a clubes)

El caso de Oscar Gálvez y Perón
A fines de los años 40 del siglo pasado, se corrió una gran carrera automovilísticas, única en la historia, entre Buenos Aires y Caracas.
Los caminos no eran ni por asomo lo que son ahora, aunque estos todavía dejen mucho que desear.-
Corrían con Ford, los hermanos Gálvez, Fangio con Chevrolet, también corría Marimon y tantos otros.
La carrera era muy dura, y ya corriéndose la última etapa, Oscar Gálvez era seguro ganador, Fangio había abandonado pues volcó y su acompañante falleció, y el segundo era Marimon.
Pero carreras son carreras, y faltando pocos kilómetros para llegar a Caracas, punto final de la carrera, se rompe el motor del Ford de Oscar Gálvez, y entonces Marimon, que estaba muy atrás en la general pasa a liderar la carrera y gana ese Gran Premio.
Oscar Gálvez, también igual que Passarella lloró por su mala suerte y anticipándose en casi 70 años a Passarella le pide por telegrama al General Perón a la sazón ya Presidente de la República, que le den el Premio a él, porque lideró toda la carrera y a pocos kilómetros de la meta, tuvo que abandonar.- El General, no abrió la boca, y tal vez ni abrió el telegrama en esa época sin Internet ni Twister, y como correspondía la carrera la ganó Marimon.
Señora Presidente, respete y haga respetar su investidura y no se meta más en este asunto y no lo reciba al Kaiser, convertido en mendigo.
El país se lo agradecerá.

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