Como aquellos radioteatros que en la década del ‘30 fueron furor en las emisoras del país, un grupo de aficionados pertenecientes al grupo teatral “Los nibelungos del teatro”, apuesta a esta modalidad que parecía perdida y que sin embargo sigue atrapando a los oyentes que todos los martes y jueves a las 20.30, esperan pegados al dial de CVFM 93.7, los capítulos de “No hay mal que por bien no venga”.
Es el segundo radioteatro que el grupo pone al aire, con dirección y guión de Roberto Cardozo y la actuación de Monina Ramírez, Laura Fernández Vila, Rocío Guras, Antonio Gómez y Osvaldo Pérez. La locución y musicalización es de Mario Miranda y la salida al aire propone cinco capítulos, en vivo, apoyados por sonidos especiales confeccionados artesanalmente por los actores, a semejanza de aquellos rudimentarios artefactos.
El radioteatro anterior, según cuentan los responsables a El Litoral Cultura, fue “Don Rozas, el último carrero”, de corte netamente social. “No hay mal que por bien no venga”, recrea la vida de un pueblo de provincia con su aparente rutina donde coexisten escenas de vidas cotidianas y singulares y donde poniendo atención a alguna de ellas, se puede revivir un infinito universo de increíbles situaciones cargadas de intenciones seductoras.
Repasando el argumento, agregan “el que está esperando su oportunidad es el paciente Cupido que apronta sus flechas y no pierde tiempo para hacer suspirar a las olvidadas muchachitas solteronas y hace reverdece los olvidados corazones pueblerinos.
Están en juego algunos personajes típicos de nuestro pueblito como ser el almacenero, receptor y consejero de sus clientes y que mantiene su local tal cual lo heredó, digno de un arqueólogo en busca de antigüedades, el dependiente que se encarga de entregar a domicilio los pedidos de las distintas clientes que nuestro Romeo atiende con gran devoción amorosa; no falta la viuda que gracias a sus onerosos ingresos va reteniendo con sobrada astucia a nuestro ambicioso repartidor tentado por esta beneficiosa relación y en el relato aparecen las juveniles soñadoras que en este caso, son hermanas mellizas y una de ellas suspira ante el acoso del seductor dependiente.
También viene a la cita el maduro padrino de las muchachitas que rejuvenece ante los encantos de una interesada y juvenil vecina y a raíz de los entramados amorosos se suscitan inimaginables situaciones límites”.
Un pantallazo apenas de lo que propone el radioteatro en su reaparición por el éter local.
“Pueblo chico, infierno grande; pasado el vendaval de insólitas situaciones, todo vuelve a la normalidad y se pone en manifiesto el dicho: no hay mal que por bien no venga”.