Si de generar matices, mixturas y hasta bipolaridades se trata, la cuarta noche de espectáculos de la 38° Fiesta Nacional del Surubí es prueba de ello, ya que si bien la premisa fue el rock, diferentes sonidos y conexiones se dio entre los artistas y el público, con una sólida y destacada presentación de Superlasciva, y la sobresaliente actuación de Vicentico.
El anfiteatro estuvo colmado en un 90% y consagró una vez más a la fiesta con propuestas artísticas de primer nivel. Al ser una noche rockera, uno podría pensar que predominaría un público joven, sin embargo, esa suposición quedó desterrada en la noche del sábado cuando a propios y extraños, a periodistas y a los mismos músicos sorprendió ver en las primeras filas a personas de todas las edades.
Superlasciva fue la encargada de abrir la velada. Una banda con raíces goyanas, hoy radicada en Buenos Aires y que supo ganarse su espacio en el género desde hace 10 años y tal como fue anunciada por la presentadora Myrian Fleitas: “Se fueron con un sueño y trabajaron para lograrlo”. Y el resultado demostrado en el escenario “Juan Melero” quedó a la vista. Un sonido compacto y que fue creciendo tema a tema. Un dato a resaltar es que interpretan canciones propias, las que tuvieron muy buena recepción en los espectadores.
En diálogo con El Litoral, el bajista de la banda, Agustín Macías comentó que “es el cuarto año que tocamos y siempre el cariño de nuestra gente de Goya es muy grande, porque estamos muy conectados por las redes sociales y es básica y literalmente como tocar en casa”. Además, integran la banda Manuel Farizano y Roberto Decotto, todos de Goya, así como Leonardo Alvarez de General Roca, Río Negro.
Respecto a lo que les pareció el evento de pesca, Agustín dijo que “creo que Roberto participó alguna vez, y mi papá fue presidente de la Comupe, así que estamos muy vinculados con esto”. Cabe indicar que Agustín, es hijo de Oscar Macías, autor e intérprete de la canción oficial. Seguidamente, señaló que “vimos la largada de lanchas y fue algo espectacular, sobre todo para Leo que no es de acá. Le gustó mucho y fue una novedad para él”.
Vicentico, ayer y hoy
Con su carisma particular que lo llevó a ser la figura que es, fue generando diferentes momentos en la noche a través de cada una de las canciones. Así fue logrando su conexión con el público y explotó a lo grande como sólo Vicentico puede hacerlo.
Arrancó su presentación con temas de sus diferentes discos como solista y también se dio el gusto, con mucho respeto hacia la gente y su banda, de regalar canciones compuestas junto a Los Fabulosos Cadillac’s, el grupo que lo consagró en el continente.
Su puesta en escena, vestuario y sus entonaciones fueron de menor a mayor, mostrando a las claras las diferentes etapas que transcurrió como artista, su ayer y su presente, lo que supo ser y en toda esa mixtura lo que es, un sobresaliente solista con sangre Cadillac’s.
“Siguiendo la Luna”; “Vasos Vacíos”; “Yo no me sentaría en tu mesa”, algunos de los temas con los que se ganó la ovación de la gente, ya que se mostró espontáneo y natural, acompañado sólo de su guitarra. La canción “Algo contigo” se la dedicó a una pareja de amigos goyanos y el grito de las mujeres colmó el anfiteatro.
“Sólo un momento”; “Paisaje”; “Morir a tu lado”, también formó parte de los momentos más altos de la noche con plateas y tribunas de pie y con las manos en alto. En el escenario, Vicentico se mostró emocionado y entusiasta, es que logró encontrarse con el público, aquel que al principio le pareció tímido, luego la empatía despojó todos los prejuicios. Es más, bromeó con “las señoras” de la primera fila y les recomendó “que no tomen alcohol” y así fue rompiendo el hermetismo.
También se vio un Vicentico reflexivo e íntimo, primero con el tema “Soldado de Dios” y después cada vez que habló con el público agradeció la posibilidad de participar de la fiesta. “En estas noches nos juntamos la gente buena y este tipo de fiestas son las cosas realmente importantes de la vida”, enfatizó y se ganó el cariño de la gente.
Tras despedirse en varias oportunidades y generar una suerte de juego con la expectativa de los espectadores, quienes no paraban de vitorear su nombre o el clásico “una más y no jodemos más”, cuatro veces Vicentico volvió al escenario, lo que provocó un clima enardecido. Esta situación vivida le permitió consagrarse en su presentación en la evento mayor de Goya. Fue una noche que empezó con cierto aires de timidez, tranquilidad, pero entre la comunicación de Superlasciva y Vicentico con los espectadores, culminó de forma espectacular, como este acontecimiento se merece.