La actividad turística en el cerro La Hoya, en la zona andina de Chubut, no se detiene en verano, ya que luego de ser uno de los centros de esquí de temporada más extensa del país en invierno, en la época cálida se convierte en una opción para senderismo y cabalgatas, con acceso gratuito.
En La Hoya, la gente esquía hasta avanzada la primavera, en ropas ya livianas a mediados de octubre, debido a que la forma que le da el nombre al cerro y su orientación sur, logran mantener fresca la nieve durante más tiempo. Cuando la nieve abandona las laderas y quebradas, muchas pistas se convierten en caminos y en los fondos de los barrancos corren arroyos de deshielo con algunos saltos, bordeados de bosques y se forman senderos ideales para el trekking.
Senderos
El punto de partida está a unos 1.400 metros sobre el nivel del mar, donde se encuentra la sede del Centro de Actividades de Montaña (CAM) La Hoya y el Club Andino. Para quien haya estado en invierno el paisaje puede resultarle irreconocible al descubrir las variadas formas y colores que en la estación fría están cubiertas de nieve, y quizás sólo reconozca los afilados bordes rocosos de la hoya, con sus altas aristas.
Desde la base, que está a 12 kilómetros de Esquel, se pueden tomar senderos autoguiados de baja y media dificultad, como el "Don Celso", de 2.5 kilómetros, que atraviesa un bosque y bordea el nacimiento del arroyo Esquel, en subida hacia la confitería La Piedra, en la cota 1.650.
El sendero de Los Corrales, de unos 750 metros, parte desde el refugio del Club Andino, y va por una zona donde antes había unos corrales del Ejército, con un mirador hacia la ciudad de Esquel.
Mientras en el valle 16 de Octubre, donde están Esquel y Trevelin, se siente siempre el calor del verano, en La Hoya -unos mil metros más arriba- el sol pega también fuerte sobre la piel pero además se sienten los vientos frescos y secos de la montaña.
En la altura también es variable el cielo, ya que los vientos pueden despejarlo o cubrirlo en cuestión de minutos y hacer variar notablemente la temperatura, por lo que es aconsejable llevar sombrero y al menos un mínimo abrigo para estas excursiones.
Telesillas
Mientras los amantes del senderismo suben por el borde del arroyo, entre piedras y flora nativa que combina ñires y lengas con pastos y plantas achaparradas como neneos y coirones, unos metros encima de ellos otros pueden subir en las telesillas. Este medio de elevación, lo mismo que la confitería, está abierto en su primer tramo -de la base a la cota 1.650- de 10 a 17, con un pase que por 65 pesos sirve para subir y bajar cuantas veces se desee en el día.
Desde el sendero Don Celso y la telesilla -en especial en el descenso- se tienen pintorescas panorámicas del Valle 16 de Octubre, a lo lejos, y del cercano cañadón de Los Pioneros, también llamado de Los Bandidos, ya que se cuenta que lo usaba la banda del legendario delincuente norteamericano Butch Cassidy.
Más arriba de la zona de la confitería, los paseos permiten ver fauna autóctona como roedores de montaña, guanacos, zorros colorados y cóndores, y algunas flores de altura como "oreja de ratón", "botón de oro", "calandrina" y "coliflor de montaña".
En el primer tramo, dentro del bosque de lengas denominado "La Chacarita", se habilitó un sector para picnic, también de uso gratuito. También con cabalgatas se recorren circuitos de diversa extensión y duración, según las preferencias del turista, a cargo de prestadores locales.
> EL DATO
El Centro de Actividades de Montaña La Hoya es d acceso al lugar es libre y gratuito, así como los paseos por los senderos de trekking. El lugar está abierto virtualmente todo el día hasta la noche, aunque la confitería y la telesilla funcionan de 10 a 17. Se cobra por el uso del medio de elevación a personas de 12 a 65 años -menores y mayores de esas edades pasan gratis-, en tanto los guías para las cabalgatas y el trekking los contrata el turista en la ciudad o en el lugar, por cuenta propia.
Desde el Lejano Oeste
Los bandidos norteamericanos Butch Cassidy y Sundance Kid vivieron durante varios años en la Patagonia. En 1902, luego de un largo periplo los bandoleros se afincaron en un rancho en Cholila, provincia de Chubut, junto a la novia de Sundance, Etta Place. En pocos años, la propiedad ubicada a unos 250 kilómetros de Esquel, contaría con más de 900 vacas, 1500 ovejas y 40 caballos; una gran caballeriza y cuatro establos. Esa prosperidad, pronto se vio arruinada cuando detectives norteamericanos, comenzaron a pisarles los pasos. Al tiempo se terminó el idilio patagónico, y los bandidos volvieron a la vida errante. Hoy, quedan restos del rancho que se convirtió el leyenda.