La justicia de la provincia resolvió el mes pasado condenar a un joven que abusó de una ex compañera de promoción, en un hecho que ratifica el tratamiento con perspectiva de género para con casos de abuso sexual simple, ya que esta condena es la segunda en la provincia que se resolvió en juicio oral, el final del proceso al cual muy pocas veces se llega.
Los hechos ocurrieron en agosto del 2023, en una fiesta de pre promoción de compañeros del colegio (Yapeyú) cuando tanto el abusador como la víctima eran menores de edad.
Santiago Velázquez Luque, fue declarado penalmente responsable por el Juez Román Esquivel, en silencio absoluto sin declarar en todo el juicio oral que se desarrolló en el Tribunal Oral 2.
Luego, se declaró necesaria la sanción bajo el Régimen Penal de Minoridad (ya que en el momento del hecho Velázquez era menor de edad) por parte de Juez Edgardo Enrique Frutos, Juez de Familia, Niñez y Adolescencia Nº 3.
La pena: un año de prisión en suspenso, con una multiplicidad de pautas de conducta, obligatoriedad a tratamiento psicológico, además de la inclusión de Velázquez Luque en el registro nacional de reincidencias y al registro de condenados contra la Integridad Sexual (Ley 5749).
La fiscal Sonia Meza (UFIC 4) y la abogada querellante Natalia Acosta; lograron probar sin dejar margen a la “duda razonable”, respaldadas en informes psicológicos, y de cámara Gesell realizados a la víctima, que la menor fue abusada en 3 (tres) hechos reiterados durante la misma noche.
A pesar del traumático proceso, la víctima toleró duros procesos, traumas, ataques de pánico, resignó su viaje de egresada, y concurría con la perimetral en la cartera a cada fiesta, recepción de secundarios del año pasado.
Contra los intentos para tomar el famoso atajo de “juicio abreviado” y hasta de reiterados intentos de contacto por parte de la familia del abusador; la menor eligió hablar, no callar y hasta publicar en sus redes sociales una vez dictada la sentencia, su “alivio” con intenciones de “sanar” de una vez por todas.